Coincidiendo con el cierre de la frontera de Costa Rica a los integrantes de la Mara Salvatrucha (MS-13) realizado el pasado sábado por el Gobierno —después de detectarse 15 miembros de dicha pandilla en lo que va de año en el país centroamericano—, ha salido a la luz un estudio que revela cómo funciona esta organización criminal.
La organización periodística InSight Crime ha publicado recientemente un informe fruto de una investigación de tres años en la que ha analizado datos proporcionados por hasta un centenar de mareros y se desmienten una serie de creencias sobre la MS-13.
Exportación ‘made in USA’
La organización aprovecha los flujos de migración entre Centroamérica y EE.UU. Los ciudadanos huyen de la violencia de sus países y una vez en Estados Unidos son captados por la mara. Al contrario de lo que se suele creer, que es que la mara envía miembros de Centroamérica hasta EE.UU., fue precisamente en Los Ángeles donde nació la MS-13 y, en cierta medida, existe una exportación ‘made in USA’.
La dimensión de la MS-13
Ni tienen líderes claros, ni una estructura compacta más allá del barrio y las clicas. Aun así, han conseguido ser una de las pandillas más grandes del mundo, con presencia en más de media docena de países. De acuerdo con las cifras de las autoridades, la dimensión de la pandilla abarca entre los 40.000 y los 70.000 miembros —jóvenes en su mayoría—, de los cuales entre 7.000 y 10.000 se ubican en EE.UU, señala Hector Silva, periodista e investigador de InSight Crime.
La extorsión como pilar
Aunque están conectados con múltiples delitos, su principal fuente de financiación es la extorsión. Y es que lo más importante no es el lucro, sino construir la identidad con un instrumento: la extrema violencia. “En la pandilla la violencia casi siempre es un fin en sí mismo. Es un argumento. Es una forma de expresión. Entonces eso hace que el uso de la violencia se convierta en parte central de la pandilla”, explica Silva.
Asimismo, se cree que cerca del 13 % del total de homicidios en suelo estadounidense está relacionado con pandillas. Cada vez que hay un caso relacionado con la MS-13, salta la alarma en el país y se aterroriza a toda una comunidad.
Un problema social
Décadas de solo aplicar la fuerza no han reducido a la mara. Y es que, según el informe, existe una clara dimensión social. La misma comunidad víctima de la mara es aquella comunidad migrante víctima de la xenofobia y el racismo en Estados Unidos, que se convierten en un caldo de cultivo para adolescentes en situación de vulnerabilidad que acaban encontrando una nueva familia en la MS-13.