Considerando que son el motor del movimiento, los pies tienen una estructura anatómica complicada con muchas partes, todas las cuales tienen funciones específicas. Debido a esta compleja estructura, existen muchas lesiones y padecimientos que pueden afectarlos.
Solo para que te des una idea, de acuerdo con información del Centro Nacional para la Información Biotecnológica es parte de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el pie está compuesto por 29 músculos que permiten el movimiento, manteniendo la marcha, la forma y la postura normales.
Hay 19 músculos intrínsecos, que están contenidos y que actúan completamente dentro del pie. Estos son principalmente para el control de la motricidad fina, como los movimientos de los dedos de los pies. Otros 10 son extrínsecos y cruzan la articulación del tobillo para conectarse con la pierna.
Por otra parte, están los ligamentos unen los huesos a otros huesos en las articulaciones y hay más de 30 en el pie. Los tendones unen los músculos al hueso, por lo que son importantes para controlar el movimiento. Ambos son tramos fibrosos y duros de tejido conectivo, por eso es muy común que se presenten diferentes lesiones en la practica deportiva.
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Estas son las lesiones que pueden afectar a tus pies
Fascitis plantar: De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la fascitis plantar causa dolor en el talón o en la parte posterior del arco. Esta es una enfermedad crónica; para aliviar los síntomas un especialista puede recetarte medicamentos antiinflamatorios no esteroideos.
Otras opciones de tratamiento son el descanso, aplicación de hielo, uso de zapatos o plantillas acolchadas, férulas que estiran la fascia plantar durante la noche, fisioterapia o bien inyecciones de cortisona.
Espuelas de talón: Los espolones óseos son crecimientos óseos que se forman a lo largo de los bordes de los huesos. Pueden ocurrir en diferentes partes del cuerpo, incluidos los talones, donde causan dolor al pararse o moverse en la planta del pie. La fisioterapia, los antiinflamatorios, inyecciones de corticosteroides y la cirugía son algunas de las opciones de tratamiento.
Juanetes: Son un bulto óseo que se forma en la articulación del dedo gordo del pie, donde el metatarsiano se encuentra con la primera de las falanges. Se trata de una afectación que mayormente afecta a las mujeres; inicialmente son pequeños, pero en el largo plazo “crecen” y derivan en inflamación y complicaciones para andar.
Usar zapatos ajustados y estrechos puede causar juanetes, al igual que afecciones como la artritis reumatoide. El tratamiento incluye uso de zapatos con más espacio para los dedos, uso de almohadillas, plantillas para zapatos, separadores de dedos, férulas nocturnas para los dedos, así como cirugías.
Lesiones del tendón de aquiles: Este tendón es susceptible de inflamarse y causar dolor e hinchazón. Por lo general, esto se debe a tensiones repetitivas, más que a un incidente aislado. Los especialistas denominan a este padecimiento tendinitis y puede progresar a tendonosis, en la que la estructura del tendón comienza a romperse y aparecen pequeños desgarros.
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Para tratarlo se recomienda usar un yeso o una bota para reducir la fuerza que atraviesa el tendón, fisioterapia, hielo, zapatos para corregir la marcha, uso de férulas nocturnas y en casos complicados las operaciones.