Embrujado
Miro al espejo
Antes que se adelante y sea él el que me mire
Y me duele el corazón, ese músculo que bombea hasta
La saciedad
Y la soledad, a quien no conozco personalmente
Me toma, me maquilla con discreción
Y salgo a ganarme el pan, algún cuerpo que me sonría, algún espíritu libre que se apiade de alguna broma mía
En el esfuerzo por hacer reír,
Por provocar
Por hincar
Por suscitar
Eso que llaman reacción
Y es que las bancas de los parques
Están hechas pensadas en nosotros,
Es decir,
Nosotros, nosotros…
Ya sin saber quién es uno,
Que usa su reloj pulsera como si fuera brújula
Para descender al sur
A mi propio sur
A estos zapatos
Gastados,
Con suela de acero, pero gastados,
Más bien botas
Para cabalgar
Y seguir caminando, sin esperar ni al sol
Ni a la luna ni algún Dios,
Sintiendo que sólo quiero volver a mí,
Para actuar como yo
A ser y sentir como yo
Y como Ricardo III,
Me digo al oído,
mi reino por
una mirada,
que me ame,
de verdad, con verdad, y sostenidamente
para que me abrace,
que me abrace, que me abrace,
sin tiempo, sin tiempo.