Enrique Chiu es el único mexicano y artista que cuenta con permiso para pintar el muro fronterizo que divide a México y Estados Unidos.
Con el fin de pedir autorización para pintar, Enrique envió una carta al entonces presidente Barack Obama y otra al Departamento de Migración. Enrique Morones de Ángeles de la Frontera lo ayudó para que aprobaran el permiso.
Enrique Chiu fue un niño migrante
En 1981, Enrique Chiu nació Guadalajara, Jalisco. De niño le tocó ser niño migrante, por lo que experimentó en carne propia la experiencia de vivir en Estados Unidos. Trabajaba y estudiaba para ganarse la vida.
“Para mí el trabajo más intenso fue aprender a estudiar y trabajar en Estados Unidos. A mis 24 años ganaba 12 mil 500 dólares libres para mí. Sé lo que es el sueño americano y trabajar allá (Estados Unidos)”, dijo Enrique Chiu, en entrevista con Conexión Migrante.
Es licenciado en Diseño y Artes Audiovisuales por la CCSA Santa Ana, California. Además, es considerado como uno de los artistas más jóvenes destacados en el área fronteriza e internacionalmente.
“El sueño americano es un sacrificio que no es para todos. La mayoría de las personas cree que el sueño americano es llegar, triunfar, tener dinero y divertirse. No se trata de eso. Es un sacrificio, el trasnocharse, es trabajar de día y noche, buscar un buen empleo. Tienes que sacrificar mucho tu tiempo y tu vida”, comentó Chiu.
El Mural de la Hermandad con mensajes en pro de los migrantes
El muro fronterizo marca una división entre México y Estados Unidos en las playas de Tijuana. El Mural de la Hermandad salió a base de historias de la comunidad migrante con la que se reunió Enrique Chiu.
“El ver y aprender en todo momento me hizo querer mandar ese mensaje en pro de los derechos humanos y los migrantes. Por eso hicimos el Mural de la Hermandad para llevar ese mensaje de paz, de hermandad. Parte de cómo empieza esto es porque yo lo viví”, comparte Enrique.
Originalmente, el plan era reunir a artistas de los dos lados de la frontera para pintar. Enrique quería hacer algo para simbolizar la unión entre México y Estados Unidos. Sin embargo, solamente le dieron permiso de pintar en el muro del lado mexicano.
A través de redes sociales, se lanzó una convocatoria para que los artistas se unieran al proyecto. Se invitó a que la gente fuera a Tijuana para pintar, pero el proyecto creció y empezó a llegar gente de otros estados de la República Mexicana e incluso países como Japón, China, Francia, Islas Canarias, Guatemala, España, entre otros. Llegaban y pintaban durante un fin de semana.
“Yo les pongo el material, solo manden una idea y pónganse a pintar. El plan es hacer algo positivo, mandar un mensaje y crear algo fuerte para la sociedad. Hablando sobre el tema de paz y los migrantes. No queríamos hacer retratos de gente que no queríamos o de la que estábamos en contra”.
Hasta el momento, 4 mil 400 personas han pintado el Mural de la Hermandad al lado de Enrique Chiu. De ellos 600 son artistas plásticos, muralistas o pintores.
“El tema migratorio, las deportaciones, las caravanas migrantes, la gente que va y viene, gente que se queda aquí y muere, es uno de los tabúes más grandes. A veces es muy delicado de hacerse, decirse o trabajarse. Estando aquí es lo que ves a diario”.
Durante los primeros 16 meses pintaban en fines de semana. De ahí hasta los 3 años pintaron cada 15 días o una vez del mes. Todo dependía de si juntaban gente.
Más de 200 mil pesos gastados en el Mural de la Hermandad
Desde el inicio, Enrique Chiu tenía claro que no quería patrocinadores que pusieran su logo en el muro. Quería vincular el arte con la sociedad. Por lo que decidió financiar el proyecto con su propio dinero.
“El proyecto es personal y financiado por mí. La pintura, el tiempo, los vehículos, las escaleras, materiales y todo es mío. Para que la gente lo creyera, teníamos que hacerlo realidad. Llevo más de 200 mil pesos gastados en materiales de mi bolsa”.
Sin embargo, al iniciar el Mural de la Hermandad varias personas se sumaron. Hubo quienes hacían donaciones de 50 o 100 pesos. Como lleva 20 años pintando profesionalmente, otras personas compraron sus obras y murales porque sabían que lo recaudado se usaría para comprar material para el muro.
“Empezó como una idea viral, pero no tenía los recursos. Así que vendí un mural en 20 mil pesos y con eso fui a comprar todo el material. No tenía pensando en que sería algo muy grande”.
En busca del récord Guiness
La meta inicial era invitar a 100 artistas y pintar 100 metros. Sin embargo, poco a poco el proyecto se le fue saliendo de las manos y lo dejó fluir. La gente llegaba con brochas, pintaba y algunos las donaban.
En 2018, gracias al Mural de la Hermandad, Enrique Chiu fue aspirante en El libro Guinness de los récords, ya que sería el Mural de exterior más grande del mundo con 18 mil metros cuadrados.
El mensaje de paz se extendería hasta la frontera entre Tamaulipas y Estados Unidos para completar los 3 mil 500 kilómetros que tiene la frontera norte de México.
Sin embargo, antes de que llegaran a certificarlo, las caravanas migrantes salieron del sur de México con destino a Estados Unidos. Por lo que quitaron una parte del muro fronterizo y pusieron barrotes.
Experiencias de Enrique Chiu al pintar el Mural de la Hermandad
Para Chiu el pintar también fue triste. Al mover y limpiar hierbas entre los barrancos y cruces encontraban muchos migrantes que estaban esperando a que anocheciera para cruzar la frontera. Los invitaban a comer y a trabajar con ellos en el muro.
“Era como una misión. Te encontrabas con miles de personas que yo no sabía que iba a conocer. Tenían el mismo sueño que yo traigo, cambiar, mandar ese mensaje. Los mismos migrantes, sus sueños, dormir frente al muro. Ahí los conocí y escuché sus anécdotas. Cada día fue una travesía”.
Otras facetas de Enrique Chiu
Desde hace 13 años, Enrique Chiu tiene una asociación de arte en la cual promueve a más de 67 artistas. Por lo cual tiene una conexión directa con el arte. Además tiene una agencia de publicidad y galerías de arte.
Es promotor de desarrollo artístico en diferentes comunidades al sur de California; así como en algunas localidades internacionales de Argentina, México, EL Salvador, España, Perú y Medio Oriente.