(NOTICIAS YA).- El ataque al Capitolio y el histórico segundo juicio político de Donald Trump han puesto énfasis en un problema que tiene años en progreso: Estados Unidos está profundamente dividido. Pero ¿Cómo llegamos aquí y podrá el país recuperarse de esta fractura?
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NOSOTROS CONTRA ELLOS
El motín en el edificio de gobierno, aunque fue detonado por la presidencia de Trump, ha sido alimentado por décadas de desinformación, supremacía blanca, racismo y desigualdad económica.
A pesar de los pasos que la nación ha tomado para atender la inequidad, la reacción de las autoridades a las protestas de Black Lives Matter del verano pasado, en comparación a la que tuvieron durante el acto de terrorismo doméstico en el Capitolio reafirmaron lo que muchos activistas han argumentado: El sistema de EE.UU. permite y mantiene la supremacía blanca.
Mientras tanto, estadounidenses blancos, particularmente de zonas rurales, consideran que su estatus en la sociedad está siendo amenazado como consecuencia de la diversidad y el otorgamiento de oportunidades a personas de color. Este rechazo se ha manifestado en el ámbito político y la rápida radicalización de la derecha.
Durante su presidencia, Trump aprovechó estas divisiones para apelar y explotar a una extrema derecha dispuesta a creer las mentiras que parecían confirmar sus mayores miedos sobre la igualdad. Pero este problema no terminará una vez que el presidente abandone la Casa Blanca, al contrario, parece que apenas está comenzando.
“Donald Trump ha dejado un legado de división, lo que vimos en el Capitolio es el resultado del miedo que ha sembrado en la comunidad”, dijo Adonías Arévalo, director de Poder Latinx en Arizona.
“Dejó un país en el que creo que el inmigrante ha sido odiado en los últimos 4 años de una manera muy grande, va a ser un trabajo muy difícil poder reparar el daño”, dijo Arévalo.
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LAS FALLAS DE CAPITALISMO Y LOS MEDIOS
El modelo capitalista emprendedor de EE.UU. que se ha expandido a lo largo del mundo ha permitido que ciertos individuos logren amasar una riqueza impresionante, pero ha dejado a los ciudadanos estadounidenses de la clase trabajadora en una inestabilidad económica.
La disparidad financiera es aún más notable entre las personas blancas y las personas de color, cuyas oportunidades de empleo y capacidad para emprender negocios se ven afectadas por la inequidad racial.
A esto se le añade la revolución en el consumo de medios de comunicación, principalmente motivada por las compañías de tecnología y la evolución de las redes sociales como fuentes de información y desinformación.
Gran parte de las noticias de cable y sitios noticiosos más que reportar la verdad, crea una polarización para aumentar la interacción y avanzar agendas políticas, al confirmar las creencias ya sostenidas por la audiencia; Fox News es uno de los ejemplos más notorios.
Este ecosistema de desinformación e indignación también ha sido agravado por los algoritmos de redes sociales, que al estar diseñados para generar más atención y ganancias, dan preferencia al contenido sensacionalista, extremista y engañoso.
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UNA AMENAZA PARA EL RESTO DEL MUNDO
De acuerdo con un reporte de los principales riesgos para 2021 elaborado por Grupo Eurasia, esta división presenta la amenaza número 1 para este año.
“En décadas pasadas, el mundo veía a EE.UU. para restaurar la previsibilidad en tiempos de crisis. Pero el superpoder preeminente se enfrenta a sus propios retos”, dijeron el presidente de Grupo Eurasia Ian Bremmer, y el director Cliff Kupchan en una declaración.
Al comenzar su presidencia, Joe Biden se verá enfrentado a una inusual cantidad de dificultades creadas por la división política del país, la pandemia de Coronavirus y la caótica presidencia de Trump que dañó las alianzas internacionales de EE.UU.
Pero un cambio de presidente no va a solucionar el problema, especialmente con las marcadas diferencias que existen entre los republicanos y demócratas en todos los niveles de gobierno.
La esperanza de recuperación para EE.UU. recae en que ambos partidos trabajen juntos para avanzar los intereses de todo el país y no solamente sus agendas políticas.
Es por eso que es responsabilidad de los gobernantes crear políticas inclusivas, cambiar su discurso polarizante y abogar por la unidad del pueblo estadounidense durante este tiempo de incertidumbre y caos.
“Si nosotros no tomamos cartas en el asunto, si los políticos no hacen lo que tienen que hacer, le están dando permiso a las futuras generaciones a continuar haciendo acciones como estas”, dijo Ben Monterroso, asesor de Poder Latinx.
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