Inicia 2021 como un año sin sobresaltos, lo cual sin duda ha resultado un pequeño bálsamo después del agotamiento mental vivido en 2020, días que sin duda han representado una bocanada de oxígeno puro en el ánimo colectivo mermado por los diversos acontecimientos atípicos que se acumularon de golpe, y que tuvo como estocada final las pérdidas de seres queridos en la temporada que está por terminar, en los que las ausencias han estado demasiado presentes y se hacen acompañar del temor de la escalada de contagios y la alta demanda de servicios hospitalarios.
La ventana de tiempo entre el escenario actual y la inmunización esperada con las primeras vacunas contra el COVID-19, sin duda pueden considerarse como una buena noticia para el inicio del presente año, no obstante, también representa el reto para asegurar desde una etapa muy temprana del año de mejorar la calidad y oportunidad de la información requerida por parte de la población, para que este periodo breve, pueda transcurrir sin mayores incidencias que compliquen el escenario, tanto para aquellas personas que han sido vacunadas y que requieren una segunda dosis para contar con una alta eficacia, como para aquellos que sin vacunarse todavía, requieren una guía adecuada para poder gestionar sus actividades de manera exitosa en lo que logran inmunizarse, aunado a la población en general que requerirá cada 6 meses o al cabo de un año para volver a generar inmunidad contra el virus, con independencia de que se continúa la investigación en torno a las diversas cepas y/o mutaciones del virus que permitan identificar con claridad los mecanismos adecuados para erradicar completamente la pandemia.
Con independencia de la complejidad del escenario se percibe un entorno positivo que nos ha permitido pasar de la reflexión al aprendizaje, y que, en esta ventana de tiempo que nos ha regalado el inicio de año también ha permitido reorientar las estrategias para hacer frente a la pandemia de manera general, en la que la digitalización tiene una nueva oportunidad de mostrar sus bondades para organizar de manera adecuada las actividades de una sociedad que también ya se encuentra más familiarizada con el ciberespacio y sus alcances, y por una parte, también han quitado el falso velo respecto del carácter elitista de las tecnologías y han empezado a ejercer el poder democratizador y popular de los medios digitales, en principio, de manera visible a través de las redes sociales.
Por ello, no causará sorpresa que tan pronto se reanuda la actividad de la dinámica social del calendario a partir de hoy, y, de una forma más marcada a partir del 11 de enero, fecha en la que se reactivan las actividades escolares y gubernamentales, acompañadas de la expectativa sobre la semaforización de actividades en espera de un cambio que permita activar la movilidad y la economía, pareciera que la temporada de descanso fue únicamente una pausa en la que todas las demás actividades quedaron pendientes y se reanudan con la misma intensidad con las que cerraron el año que terminó.
Sin embargo, en nuestro país el proceso de digitalización no se limitará al ámbito sanitario por lo que habrán de identificarse los grados de madurez del entorno digital ante la necesidad de recuperación económica y los requerimientos para la estabilización del comercio electrónico como una alternativa viable para la mayoría de los agentes involucrados en el mercado tradicional, a la par en que los aplicativos tecnológicos van avanzando y modifican los hábitos de los consumidores al incorporar dentro de los aplicativos del comercio electrónico mejoras en la experiencia del usuario que generan un entorno más variado que enriquece los requerimientos del consumidor tales como las primeras vinculaciones de los electrodomésticos con la gestión del consumo de los usuarios a través del internet de las cosas, así como la realidad virtual y la realidad aumentada, complementándose con los algoritmos y los procesamientos de los hábitos generales y del entorno a través del big data y la inteligencia artificial, a la par de que se van generando las condiciones para la gobernanza de los datos necesarios para dicho efecto.
Asimismo, la recuperación económica se verá acompañada por un proceso de efervescencia política social en el marco de las elecciones en nuestro país que se dan en el marco de una actividad digital cada vez más activa por parte de la ciudadanía y con ciertos reflejos de lo acontecido en 2020 en nuestro vecino del norte, con el contraste también de las desigualdades marcadas por una brecha digital que en parte, puede ser agrandada a partir de las nuevas tecnologías de conectividad de quinta generación que empezarán a influir en el ecosistema digital.
Todo lo anterior, con el desafío de que la digitalización incorpore elementos sustentables que hagan viable la economía digital como la primera actividad que de paso a la integración adecuada de las mexicanas y mexicanos en la sociedad global de la información y el conocimiento.
Deseo que 2021 logremos celebrar la vida de manera plena, valorando, cuidando y preservando nuestra salud y las de los demás, como el primer presupuesto para lograr todo lo demás, con el compromiso de hacer que nuestra permanencia valga la pena en un mejor escenario para todas y para todos.
Hasta la próxima.