Hay animales que agradan más que otros por su aspecto, pero dejarse llevar por eso al momento de elegir una mascota puede resultar poco agradable. Muchas personas terminan dando en adopción a un animal que no se ajustó a sus expectativas, y esto en el mejor de los casos, pues hay quienes optan por venderlos, abandonarlos o dormirlos.
Tener una mascota es un compromiso durante toda su vida. Esta responsabilidad es tan grande que se tiene que pensar no sólo en el presente, sino también en el futuro, como si llegas a tener hijos, si te mudas, si consigues un empleo que te demande mucho tiempo, entre otras.
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¿Cómo elegir a tu mascota ideal?
Tienes que preguntarte el impacto que ésta tendrá en quienes habitan contigo tu hogar y el estilo de vida que llevas. Algunas preguntas que puedes hacerte son:
- ¿Puedes solventar los gastos que implica el cuidado de la mascota que deseas? Hay especies que requieren cuidados especiales, los cuales siempre son costosos. Es el alimento más el cuidado de su salud. Hay gatos, por ejemplo, que tienen problemas gastrointestinales y necesitan forzosamente un tipo de croqueta especial, las cuales pueden costar más de 1,000 pesos.
- ¿Puedes hacerte cargo de los cuidados especiales que requiere tu mascota? Los perros necesitan hacer ejercicio, por lo que sacarlos a pasear es indispensable. Algunos animales, como los reptiles, anfibios, mascotas de bolsillo y aves, necesitan atención medica especializada, lo que vuelve poco recomendable tenerlos si no tienes a alguien que pueda auxiliarlos.
- ¿Cuánto tiempo puedes dedicarle a tu mascota? Hay animales que demandan mucha atención, como los perros, y necesitan que estés con ellos la mayor parte del tiempo. Si viajas mucho, es mejor encontrar una mascota que pueda estar días sin ti o que pueda ser cuidada por alguien con experiencia. Algunas mascotas necesitan un control de su comida, lo que hace necesario que una persona esté presente y la regule.
- ¿Tu vida puede cambiar al grado de tener que separarte de tu mascota? Considera si en algún momento planeas o tendrías que mudarte y no hay forma de llevarla contigo, ¿quién la cuidaría? Además hay animales que viven más años que las personas, así que asegurarte de que esté en buenas manos si un día haces falta no está de más.
- ¿El lugar donde vives o donde podrías llegar a vivir limita tu elección de mascota? Si rentas, por ejemplo, el arrendador podría restringir el tipo y la cantidad de mascotas que pudieras tener. También pasa en asociaciones de condominios. Considera si va a vivir siempre en la ciudad, en el campo o en suburbios, porque ciertos lugares podrían resultar inadecuados para ella. Algunas especies o razas pueden no estar permitidas por ordenanzas de edificios ni de ciudades.
- ¿El espacio es suficiente para sus necesidades de ejercicio? Los gatos, por ejemplo, no suelen sacarse a pasear, pero necesitan un espacio adecuado para jugar y moverse.
- ¿Cuántos años estás dispuesto a comprometerte con el cuidado de una mascota? Investigar sobre el promedio de vida de tu mascota te ayudará a hacerte una idea sobre el tipo de vida que podrías llevar, y esto será relevante porque quizás el resultado no sea de tu agrado.
- Si ya tienes mascotas, contempla si la nueva mascota podrá adaptarse con las demás. Un veterinario podría orientarte, además, actualmente se saben de muchas maneras en que un perro, por poner un ejemplo, puede adaptarse a un gato y viceversa.
- ¿Qué buscas en una mascota? Esta pregunta debe responderse de manera realista, pues los animales no son desechables. El incumplimiento de las expectativas es muy probable, así que no debe descartarse.
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Asesoría veterinaria
Si ya tienes resueltas las preguntas que revisamos, puedes preguntarle a un veterinario qué mascota se ajusta más a la vida que llevas y a las personas que están en ella. Además te asesorará sobre sus cuidados y necesidades. Puede recomendarte otras clínicas que se encarguen de ese tipo de animal si es que en la suya no lo hacen.
Animales salvajes como mascotas
Hay que entender que los animales salvajes no pueden ser mascotas. No están domesticados, lo que provoca que su comportamiento traiga problemas. Ellos tienen sus necesidades específicas que son imposibles o poco probables de satisfacer en un entorno familiar. Aparte de esto, se corre un riesgo de salud para ambas partes. Es mejor dejar a los animales salvajes en sus hábitats y apreciarlos a la distancia por tu seguridad y la de ellos.
