Hay situaciones en que personas se quedan o encuentran con gatitos huérfanos. Es desalentador, pero es muy común que se abandone a mininos recién nacidos. Son pocas las personas que deciden hacerse cargo de esta situación, pero desconocen qué podrían darles de comer y cómo deberían de ser criados si no está su madre. La ventaja es que ahora existen múltiples posibilidades para ello.
Debes saber que los pequeños sólo cuentan con tres de sus sentidos, los cuales son el olfato, el tacto y el gusto. No abrirán los ojos hasta el décimo día y sus conductos auditivos hasta los quince días. Si aún conservan el cordón umbilical, no debes quitárselos, éstos se caerán solos. Los pequeños permanecerán inmóviles los primeros días y después comenzarán a moverse poco a poco. Esta información te ayudará a comprender mejor sus necesidades.
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Con qué alimentarlos
Es de suma importancia llevarlos al veterinario para que les haga un chequeo general, los pese y de esta forma, pueda deducir qué tipo de fórmula deben recibir. Existen diversas marcas, incluso hay recetas de fórmulas caseras, sin embargo, es mejor comprar las que ya existan en el mercado y estén avaladas. La cantidad de sustituto de leche depende del peso del minino, puedes preguntar en la veterinaria o mirar las instrucciones del producto. Está la opción de comprar una mamila en la misma veterinaria o darles de comer con una jeringa sin aguja. La última opción debe de ser administrada lentamente.
Se debe alimentar a la camada cada dos horas, luego cada cuatro hasta que se formen sus dientes. Se recomienda que cada gatito tenga su propia pezonera y que se prepare la leche en el momento en que va a ser administrada. La temperatura que debe tener es de entre 37-38°. Puedes calentar el biberón a baño maría. Después de ello, pasarán a consumir alimento blando y finalmente, croquetas. Además, siempre tienen que estar hidratados.
Para alimentar a los bebés, debes asegurarte de generar un ambiente tranquilo. La colocación de su cuerpo debe ser horizontal. Si los acuestas boca arriba podrían ahogarse. Así como a los bebés humanos se les dan palmaditas en la espalda para que repitan, a los mininos se les debe hacer lo mismo, para después masajear su panza y la zona genital.
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Cómo cuidarlos y criarlos
Se recomienda mantenerlos en un espacio con temperatura elevada para que no se enfermen. Necesitan un espacio donde estar juntos. Puedes usar una caja de cartón y una cobija o suéter. Esto los mantendrá calientes y su compañía logrará relajarlos. Debes procurar mantenerla lejos de posibles corrientes de aire. Finalmente, es importante lavar constantemente la frazada, puesto que orinan sobre ella. Tu calor corporal también los ayuda a mantenerse cálidos y relajados. Tómalos de uno en uno en distintos momentos para se acostumbren a ti y sea más sencillo alimentarlos.
Es importante estimular sus genitales para que logren evacuar. Esto se hace con una toalla húmeda, sustituyendo así, la lengua de la madre. Esta rutina debe de hacerse después de alimentarlos. En cuanto a sus desechos, tienes que asegurarte de llevarlos a la veterinaria si su olor es fuerte, ya que no deberían de serlo.
Para limpiarlos, usa también una toallita húmeda y al concluir, sécalos completamente para que no se enfermen. Son muy pequeños para recibir un baño, por lo que deberás evitarlo. Si tienes otras mascotas, no permitas que convivan con los cachorros ni compartas sus utensilios entre ellos. También es relevante limpiar tus manos antes de tocarlos.
Cuando la camada cumpla las cuatro semanas, ya tendrán sus dientes formados y podrán empezar a comer comida blanda. También se moverán por su cuenta y no habrá problema en que comiencen a convivir con las demás mascotas que haya en la casa.
Las visitas al veterinario son necesarias cada que te lo indique. Dependiendo de su edad y el peso, podrán recibir sus primeras vacunas, las cuales son fundamentales para su desarrollo sano. Lentamente dejarán de ser unos bebés y estarán fuera de riesgo.