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“Se describieron las lesiones, 20 heridas cortantes, 29 heridas punzo cortantes y una escoriación. 29 heridas por penetración con un objeto punzo cortante en mejilla izquierda, cara lateral derecha del cuello, cuello lado izquierdo, cara interior del cuello, yugular y carótida, tráquea, clavícula izquierda, región pectoral izquierda, hombro izquierdo, brazos, epigastrio, fosa iliaca manos, 20 heridas cortantes en pómulo, clavícula, manos, brazos, antebrazos y palma izquierda de la mano”, fueron solo algunas de las heridas que describió la juez al inicio de la audiencia que dio inicio al juicio oral en el caso de feminicidio de Gabriela Pérez Ayala, conocida como Gaby “La Chica Mil Amoles”, quien fue asesinada en su centro de trabajo. Hoy comenzó el enjuiciamiento contra Francisco Ignacio “N” señalado como presunto responsable del delito.

“Si no eres mía, no serás de nadie más” fueron las palabras con las que el Ministerio Púbico abrió sus alegatos en esta etapa del juicio oral. La Fiscalía General del Estado de Michoacán a través del Ministerio Público, junto con el abogado Eber Villaseñor han solicitado la pena máxima para Francisco Ignacio. En caso de que los jueces lo encuentren culpable podría tener una sentencia de hasta 50 años.

Esta primera audiencia se llevó a cabo dentro de la Sala 7 en el Supremo Tribunal de Justicia en Morelia, con el fin de presentar los elementos suficientes para demostrar la responsabilidad de Francisco Ignacio, quien fue pareja de la víctima por 10 años. En la sala estuvieron presentes el inculpado, los padres y familiares de la víctima.

Durante la audiencia pública se desahogaron cinco pruebas testimoniales, las cuales se presentaron por parte del Ministerio Público. El objetivo principal era demostrar que Gaby fue víctima de violencia de género, trato cruel y violencia doméstica previo a su feminicidio.

Los primeros en testificar fueron los padres de Gaby, el señor Félix Pérez y Gabriela Ayala, después se escucharon los testimonios de una prima y la abuela de la víctima, así como de un policía de investigación de la Unidad Especializada en Homicidios Contra Mujeres.

Una de las jueces que llevó la apertura del juicio oral manifestó que el día de hoy hubo un gran avance en el juicio y manifestó que se continuará escuchando a ocho testigos más en los primeros tres días del mes de septiembre, con lo que concluirá la presentación de pruebas, posterior a esto los tres jueces depurarán la información recabada y hasta entonces podrán emitir una sentencia.

El abogado defensor de las víctimas indirectas manifestó que es posible que este año se esté escuchando una sentencia en contra de Francisco Ignacio, llegando así a hacerse justicia a este caso de feminicidio.

La historia de violencia doméstica que vivió Gaby “La Chica Mil Amoles”

De la voz de los cinco testigos que se presentaron hoy ante los jueces en el caso de “Gabrielita”, como le decían en su casa, se supo que sufrió de violencia domestica desde hace nueve años, y que con el paso del tiempo fue haciéndose cada vez más evidente. Su padre durante las declaraciones comentó que “El no quiso meterse en cosas de un matrimonio ajeno”, mientras que su madre refirió que bromeaba con los moretones de su hija diciendo “Mira nada más Gaby pareces boxeador”.

La señora Gabriela, mamá de Gaby, contó que a pesar de que su hija en un principio no habló de la violencia que vivió a lado de su esposo era evidente que sufría de abuso físico por parte de Francisco Ignacio, ya que era común verla con los brazos o los ojos morados. Su padre el señor Félix manifiesta que se percató de que su hija era violentada entre 4 o 5 años anteriores al feminicidio de su hija.  Gaby ocultó durante todo su matrimonio la violencia domestica que vivió.

El padre de “La Chica Mil Amoles” durante las declaraciones comentó que “El no quiso meterse en cosas de un matrimonio ajeno”, mientras que su madre refirió que bromeaba con los moretones de su hija diciendo “Mira nada más Gaby pareces boxeador”.

Los últimos tres meses de vida de Gaby los pasó a lado de sus padres, ya que por toda la violencia que vivió con Ignacio decidió retirarse del domicilio conyugal y comenzar el proceso de divorcio, durante estos tres meses Gaby fue apoyada por su familia, logró inclusive poner una orden de restricción contra su agresor, sin embargo, Francisco Ignacio no dejó de acosarla telefónicamente, y la vigilaba constantemente en su trabajo, en su casa y hasta en el mercado. Todo esto se supo por las declaraciones que dio la familia.

“Él le puso un cuchillo en el cuello, ella tenía miedo” dijo su mamá frente a los jueces, mientras veía con rabia a Francisco Ignacio. La señora Gabriela contó que esto fue lo que orilló a Gabriela a dejar su casa e irse a vivir con ella, este fue el acto con mayor grado de violencia que Gaby contó a su mamá.

Tres meses antes de esto un día en casa de los padres de Gaby tuvieron una pelea porque Francisco tomó el celular de Gaby, ellos salieron del domicilio forcejeando, la mamá de Gaby salió tras de ellos y los encontró cerca de su casa, contó: “Él la tenía agarrada del cuello, la estaba ahorcando contra la pared, pude verlo a tres o cuatro casas de distancia, un señor se acercó a ayudar a Gaby, en ese momento Francisco Ignacio se fue corriendo”.

Un día antes de que a Gaby le arrebataran la vida le contó a su mamá el motivo por el que ocultó durante tanto tiempo la violencia que vivió, dijo “Era porque la tenía amenazada, de que si nos contaba algo nos mataría a nosotros sus padres y a sus hermanos”. Este tipo de violencia psicológica fue la que orilló a “La Chica Mil Amoles” a permanecer en silencio y a lado de su agresor.

Rosario Gómez, prima de Gaby, contó que en la última semana que convivió con ella supo que Francisco Ignacio la seguía acosando telefónicamente, así mismo indicó que en tres ocasiones en el transcurso de 10 días vio al presunto feminicida rondando el negocio en donde ambas trabajaban. Además, contó que el día 8 de julio del 2019 Gaby recibió una llamada de Francisco amenazándola de que si no volvía se suicidaría, además de amenazarla de muerte, le dijo “Si no eres mía no serás de nadie más”.

La abuelita de Gaby, la señora María Nava contó que el día 7 de julio del año 2019 fue el último día que vio a su nieta, que ese día hubo una fiesta familiar, y que Gaby le dijo que se había separado de su esposo Ignacio por motivos de maltrato y porque él la golpeaba. Por estos motivos el día en que se enteró del asesinato de su nieta no le sorprendió cuando le dijeron “Acaban de matar a Gabrielita”.

El investigador Mario Castañeda Nava detalló que tuvo que entrevistar a Francisco Ignacio el día del feminicidio de Gaby “La Chica Mil Amoles”, contó que el ahora detenido se presentó en la Fiscalía en calidad de víctima indirecta, que llegó manifestando que era esposo de la joven asesinada, que tenían diez años casados y que desde el mes de febrero del año 2019 ya no vivían juntos. El policía investigador terminó su testimonio diciendo “Cuando estaba en entrevista empezó a llorar de una manera inconsolable, dijo que ya no podía con ese dolor y que tenía que «decir algo», por eso detuve la entrevista porque pensé que sería una declaración o algo que lo inculpara”.

Colocan cartulinas en apoyo a la familia de Gaby.

Al término de la primera audiencia de alegatos del juicio oral por el feminicidio de Gaby se pudieron observar algunas cartulinas que fueron pegados por mujeres en la reja del Supremo Tribunal de Justicia.

Fue en la Avenida La Huerta donde se encontraba una lona con el rosto de Gaby en la que se leía “Justicia para Gaby La Chica Mil Amoles. A más de un año no se ha dictado sentencia”, mientras que en las cartulinas se podía leer “Poder Judicial hagan su trabajo los estamos observando”, “Todo el peso de la ley al feminicida” y “Fue el esposo, fue el patrón, fue el estado opresor”.

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