La resignación prevalece entre comerciantes establecidos cerca de la Basílica de Guadalupe, tras el anuncio del cierre del santuario durante los festejos a la Virgen del Tepeyac.
Aunque no se oponen a las restricciones sanitarias para evitar aglomeraciones, los comerciantes confiaban en recuperar las ventas perdidas ante el bajo flujo de visitantes por la pandemia de Covid-19.
“Como vendedores esperábamos esas fechas para reponer las pérdidas de hace meses”, señaló Vanesa, empleada de una tienda de joyería y artículos religiosos, quien añadió que diciembre era la mejor época del año.
Comentó que durante las fiestas guadalupanas se lograba vender lo equivalente a tres meses de sueldo para los empleados del local. Pero ahora el panorama es muy diferente.
En condiciones normales, los días de bajas ventas ascendían a mil pesos; actualmente y a partir de la pandemia, ese monto representa un buen día de venta; “es la victoria de estos días”, expresó Vanesa, pues en la peor de las jornadas sólo han logrado vender el equivalente a 80 pesos.
Alicia, otra comerciante, previó que las ventas durante los festejos serán iguales a cualquier otro día de la “nueva normalidad”, es decir, de apenas 10% con respecto a lo habitual en 2019.
LEG