El presidente López Obrador en campaña hizo como su bandera más poderosa, el combate a la corrupción. Ya como presidente casi todos los días durante su conferencia mañanera ha dicho en infinitas ocasiones que su gobierno es diferente a todos los gobiernos anteriores y que ya no hay corrupción, o al menos no, que él sepa.
De hecho, en el mes de junio del año 2019, el presidente firmó y presentó en público el oficio No Presidencia 016/06/13/19 en el que entre otras cosas señaló que:
“…les reitero: no acepto, bajo ninguna circunstancia, que miembros de mi familia hagan gestiones, trámites o lleven a cabo negocios con el gobierno en su beneficio o a favor de sus “recomendados”
“ Esto incluye a mi esposa, hijos, hermanos, hermanas, primos, tíos, cuñados…”
Palabras congruentes y consecuentes del presidente desde que estuvo en campaña y que resultan dignas de reconocimiento por parte de la población mexicana. Sin embargo, a pesar de que el presidente tiene unas intenciones más que buenas, él no puede controlarlo todo y todos los mexicanos son corresponsables de que la corrupción se terminé.
El periodista Carlos Loret de Mola ha presentado diversas investigaciones periodísticas señalando claros casos de corrupción o en su defecto claros conflictos de intereses en más de un contrato público dentro del gobierno del presidente López Obrador. Por señalar algunos ejemplos de casos de corrupción y/o conflictos de interés en la administración “obradorista” o relacionada con esta podemos citar: el caso de Manuel Barlett y la cantidad casi escandalosa de propiedades (presentado por Loret de Mola); el caso de su hermano Pío López Obrador recibiendo dinero de dudosa procedencia ( presentado por Loret de Mola); el caso de la CONADE con Ana Gabriela Guevara (denunciada por empresarios); el caso del hijo de Manuel Barlett con ventiladores del IMSS por motivo de la pandemia (presentado por Mexicanos contra la Corrupción); el caso de Zoé Robledo (presentado por Loret de Mola); y el caso de la prima del presidente, la Señora Felipa Obrador el último (presentado por Loret de Mola) por contratos firmados con PEMEX.
El presidente mexicano ha respondido a estos reportajes y/o denuncias, diciendo que él no tenía conocimiento y que cualquier cosa indebida se iba a revisar. Tan es así que se tuvieron que cancelar contratos de PEMEX con su prima Felipa Obrador.
El presidente puede responder por él, y no necesariamente puede tener el control de todos sus colaboradores dada la magnitud y el número de contratos que tiene que firmar la administración pública federal. Nadie duda de la probidad y la honradez del presidente, pero como el mismo dijo, él solo puede responder de su hijo menor de edad.
Dicho esto, y en congruencia con el deseo del presidente de combatir la corrupción a todo costa, por paradójico y chusco que pudiera parecerlo, el periodista Carlos Loret de Mola como muchos otros, deben ser vistos como aliados para el combate a la corrupción, me queda claro que esa es la intención del presidente, y presumo que también es la del periodista Loret de Mola y de muchas otras periodistas que seguro que, como el presidente, aman a México.