¿Qué pasaría si un día, simplemente, pierdes todos tus seguidores en Instagram? ¿Y si eso afectara directamente tu status social y la manera en que vives tu vida? Eso es justo lo que plantea el primer capítulo de la tercera temporada de Black Mirror, denominado “Caída en picada”, donde la protagonista Lacie, interpretada por Bryce Dallas Howard, pasa por diversas situaciones que ponen a prueba su paciencia y su reputación en las redes sociales.
La serie de Netflix, que tiene disponibles cinco temporadas en la plataforma, expone en un episodio con tintes de tragicomedia, la posibilidad de un mundo donde la interacción social se da por medio de las redes y el status social no depende tanto del dinero, sino de la reputación y puntuación que tengas en las mismas.
Black Mirror presenta en este capítulo, a manera de sátira, lo que le pasa a la gente que obtiene poca puntuación o nada. Simplemente se vuelve invisible para los demás, pues todos viven conectados y acostumbrados a fingir para tener acceso a beneficios.
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“Caída en picada” presenta la historia de Lacie, una ciudadana promedio que vive muy preocupada por respetar las reglas, ser amable con los demás y ganar puntos en sus perfiles virtuales, con lo que podrá subir su posición e interactuar con las personas más influyentes, donde se encuentra su amiga del colegio Naomi, encarnada por Alice Eve.
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La protagonista de “Nosedive”, como se llama el episodio en inglés, comienza a soñar con una vida con más comodidades y “mejores” personas en su vida. Todo parece facilitársele cuando Naomi la invita a su boda, donde habrá gente con puntuaciones muy altas que podrían ser de gran beneficio para catapultar su reputación.
Todo parece ir muy bien pero la burbuja en la que Lacie se empeña en vivir se rompe horas antes del gran evento, cuando se le va la paciencia al perder el vuelo que la llevaría al lugar de la boda y de ahí todo va “Caída en picada”.
Tras experimentar en carne propia la discriminación por una baja puntuación, deja salir todo lo que se había guardado por años sin ya importarle ser mal vista por la sociedad, abandonando para siempre el mundo ideal que se había imaginado algún día. La realidad le estalla en la cara, muy característico de la serie.
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“Caída en picada” es también una crítica, con cierto humor, sobre lo dependientes y obsesionados que están los seres humanos con las redes sociales. Aunque la historia se desarrolla en un mundo futurista, deja pensando al espectador sobre si no será más bien que Black Mirror se echó un clavado en la actualidad para presentar esta historia.
Quizá ahora ganar o perder un like pueda no ser importante, ¿qué pasaría si en unos años obtener esos ‘Me gusta’ sea indispensable para mantener un status? Como siempre en Black Mirror, la realidad parece superar a la ficción.
