Por Socorro Valdez Guerrero
Y la bala retumbó en el ambiente, igual que lo hizo en Cancún, donde hirió a ellos, los que sólo cubrían la verdad de esa manifestación.
Acá, en la capital del país, no protestaban, convivían y de repente de la amena plática, surgió el miedo, los golpes, el ¡Abuso policiaco!
Eran sólo dos personas, una mujer y un hombre en la banqueta. Platicaban amenamente cuando arriba un comando de motociclistas y una patrulla a la colonia Paraje San Juan.
Los “conminan” a “moverse de ahí”, de ese colonia de Iztapalapa y de la “petición”, las explicaciones, al escándalo, una patada y ¡Violencia, incluso ¡Robo!
El “exhorto” de “retírense del lugar, no está permitido eso que hacen”, se transformó en ¡Violencia policiaca!
Después el reclamo pasó a los golpes y luego a desatar la furia del “jefe” y el descontrol de subalternos, los ¡Excesos!
Del insulto a las ofensas y a los actos prepotentes, a la violencia con uniforme. A mostrar y dejar sentir superioridad, a desfundar el arma, al disparo, al ¡Caos! Luego, temor y ¡Delitos! ¡Impotencia!
Protegidos con uniforme, con pistolas y amparados con un “jefe”, ellos que debieran respetar la ley y las libertades, volvían a romper reglas, protocolos, ¡leyes!
Provocaban lesiones, dejaban sangre y ¡Víctimas! Acá, en la capital del país, también eran uniformados; un “jefe” policiaco y siete “potros” dejaron inconsciente a una persona con evidente incapacidad en un pie y mandaron al hospital a otra.
Lastimaron costillas, causaron heridas que desangraban a las víctimas, y además, sí, además, arrebataron celulares de quienes grabaron los atropellos y se los ¡Robaron! Se volvió a repetir el exceso policiacos como en Cancún, aunque ahora en esa colonia de Iztapalapa, en la Ciudad de México.
Venían bajo el mando de quien perdió el control, se volvió irascible, se transformó y azuzó a propinar golpes. ¡Abusó de su poder!
Esta vez, no pidió dinero, como aseguran vecinos lo recibe de bodegueros o de comerciantes ambulantes que cometen ilegalidades, ahora él, con indicativo “Delta”, JUD uno de movilidad, un segundo oficial, llamado
Iván Galindo Rivera, ofreció golpes, propicio descontrol.
Un video, muestra cómo propinó el primer golpe, después vinieron más y la defensa contra quienes los recibían, lo que encolerizó a los uniformados.
Los videos, donde ESTRELLA 🌟 DELTA, con número de unidad MX327R1, muestran a policías cuál vándalos, actúan igual que aquellos que cometen tropelías.
Así bajo el amparo del uniforme, lastimó, mandó al hospital a sus víctimas y una persona perdió la visión de un ojo, tiene costillas lastimadas y heridas en rostro y cabeza.
“Delta” dejó que bajo su mando cometieran ¡Delitos! Un jefe policiaco, de quien se asegura, según otros policías que piden el anonimato, hay quejas en el sector por su prepotencia, incluso acoso a mujeres.
Ese oficial, olvidó la instrucción de proteger a la ciudadanía y videos vecinales,de la C5 en Chocolín, colonia Paraje San Juan, así como fotografías, muestran la gresca que generó.
En el lugar quedaron tirados un casquillo de nueve milímetros con la marca de “Águila” y un cargador identificado con el número 246.
Hubo tiranía e irresponsabilidad policiaca. Miedo ante ese irresponsable disparo y un mando, jefe “Delta”, que patea y deja víctimas.
Actitudes, que debieran causar alerta a un secretario de Seguridad Ciudadana capitalina, a una comisionada de Derechos Humanos y a una jefa de gobierno, para acciones inmediatas de tratamiento sicológico, instrucción ética y manejo de crisis en los cuerpos policiacos de la ciudad, así como castigo penal que frene hechos violentos y delitos al amparo de
una insignia.
Evitar, que policías queden impunes, porque los llamados de alerta vecinal, las denuncias de esos excesos policiacos en tuiter, sólo quedan en un “buenas noches puede acudir a formalizar su denuncia en Liverpool #136 piso 7, Col. Juárez, Alc. Cuauhtémoc con un horario de lunes a domingo de 09:00 a 22:00 horas, #AsuntosInternos 1/2”.
Mientras, al otro día, de nuevo, golpes, robos y ¡Abusos!
Actos policíacos se repitieron al mando del mismo “jefe” Delta.
Pedían auxilio para sofocar un enfrentamiento vecinal y ofrecían ¡Violencia!
Aquel domingo por la mañana, aproximadamente a las 11:45, a sólo unas cuadras del anterior incidente, volvieron a desquiciarse, a causar daños y otra vez, a ¡robar y abusar!
El “apoyo” policíaco a vecinos del Manto, en la unidad “Circonio” de la misma zona, terminó en ¡Tropelías! de una policía “preventiva”, a la que le piden ayuda y ofrecen golpes, con respaldo de “potros”, que sin control de su director operativo de la zona oriente, primer inspector, José Guadalupe Ruiz Méndez, “Corsario”, también ¡Roban!
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