CIUDAD DE MÉXICO.- Gilberto estuvo a punto de perder lo que más le duele. Ayer, el joven de 28 años fue baleado en el escroto tras resistirse a un asalto cuando caminaba junto a su esposa Andrea.El hecho ocurrió alrededor de las 12:00 de la tarde de este lunes, cerca de unas canchas de futbol de la alcaldía de Tlalpan.Ahí, el hombre y su mujer caminaban hacia dichos campos deportivos, cuando un sujeto se les acercó. El sospechoso, que vestía con sudadera negra, así como gorra y cubrebocas del mismo color, le exigió a la pareja sus pertenencias.Pero Gilberto no accedió a la amenaza del asaltante, y éste le disparó en sus piernas. Enseguida, el atacante huyó, mientras que Andrea llevó a su marido a un hospital particular de la zona.En ese lugar no quisieron atenderlo, por eso fue llevado a un hospital de Tlalpan, donde el personal médico le informó que se quedaría internado de tres a cinco días.Tras tomarle detectar que no presentaba más que rozones de bala en el escroto y en la pierna derecha, Gilberto decidió firmar su salida del hospital por temor a contagiarse de Covid-19.La víctima, que tampoco procedió a levantar una denuncia en contra del agresor, trabaja como chofer de una panadería donde reparte productos en varios puntos de Tlalpan. leer más

CIUDAD DE MÉXICO.- Gilberto estuvo a punto de perder lo que más le duele. Ayer, el joven de 28 años fue baleado en el escroto tras resistirse a un asalto cuando caminaba junto a su esposa Andrea.El hecho ocurrió alrededor de las 12:00 de la tarde de este lunes, cerca de unas canchas de futbol de la alcaldía de Tlalpan.Ahí, el hombre y su mujer caminaban hacia dichos campos deportivos, cuando un sujeto se les acercó. El sospechoso, que vestía con sudadera negra, así como gorra y cubrebocas del mismo color, le exigió a la pareja sus pertenencias.Pero Gilberto no accedió a la amenaza del asaltante, y éste le disparó en sus piernas. Enseguida, el atacante huyó, mientras que Andrea llevó a su marido a un hospital particular de la zona.En ese lugar no quisieron atenderlo, por eso fue llevado a un hospital de Tlalpan, donde el personal médico le informó que se quedaría internado de tres a cinco días.Tras tomarle detectar que no presentaba más que rozones de bala en el escroto y en la pierna derecha, Gilberto decidió firmar su salida del hospital por temor a contagiarse de Covid-19.La víctima, que tampoco procedió a levantar una denuncia en contra del agresor, trabaja como chofer de una panadería donde reparte productos en varios puntos de Tlalpan. leer más