Elio Henríquez/La Jornada/San Cristóbal de Las Casas, Chis. El campesino Miguel Ángel López López, denunció que su esposa Matilde Ruiz Hernández y el hijo que iba a nacer, fallecieron presuntamente por falta de atención médica en la clínica rural del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ubicada en el municipio de Bochil, a la que fue ingresada con trabajo de parto.
En entrevista, explicó que el pasado 1 de noviembre llevó a su esposa embarazada al hospital del IMSS, en donde le dieron una silla de ruedas y él mismo la puso en la cama, donde estuvo aproximadamente 45 minutos.
Agregó: “La dejé en la cama; estuve como 10 minutos junto con ella. Me sacaron y me mandaron atrás de la cortina; 15 minutos después me mandaron a la sala de espera y estuve allí aproximadamente 20 o 25 minutos; luego me llamaron para decirme que había fallecido”.
Manifestó que su esposa murió porque “no la atendieron; tan siquiera hubieran intentado llevarla al quirófano para hacer la cesárea. Es la inconformidad que tengo. Pudieron salvar una vida, pero murieron los dos en la misma cama, sin que los llevaran al quirófano”.
Expresó que después de que le notificaran el fallecimiento de su esposa y del bebé, pidió un documento para trasladarla a su casa, pero le dieron “un papel limpio. Mis compañeros que me estaban esperando afuera del hospital lo revisaron. Fui a pedir que lo llenaran, pero no quiso hacerlo la doctora”.
Afirmó que tuvo que buscar la ayuda de un médico particular para que le llenara el acta en la que se asentara que su esposa falleció en el hospital.
López López refirió que al tercer día una enfermera llegó a su domicilio a pedirle una copia del certificado. “Le di la copia y el 11 de noviembre llegaron otra vez dos enfermeras a pedir otra copia y a preguntar cómo fue que murió mi esposa; les dije todo. Lo escribieron y ahora sé que ya tienen otro certificado de defunción, que ya es otro el número de folio”.
El campesino exigió que se esclarezca la muerte de Matilde y que se finque responsabilidad al personal por las omisiones o negligencias en el caso. “La duda que tengo es por qué después llenaron el certificado médico. Ahorita ya tienen otro certificado. Quiero justicia y que me digan de qué murió mi esposa, porque cuando la llevé platicaba; en la cama hablaba todavía mi mujer y de allí me informaron que murió”.
Miguel Ángel se manifestó con una pancarta frente al palacio de gobierno, ubicado en la capital el estado, junto con sus cinco niños y otros familiares.
Al respecto, la Oficina de Representación Chiapas del IMSS, informó que la paciente, de 36 años de edad, que “cursaba un embarazo aparentemente de término, arribó al Hospital Rural el 1 de noviembre, luego de que acudiera con una partera. La embarazada no llevó control prenatal, como consta en el expediente clínico”.
En una tarjeta informativa afirmó que “ingresó a las 9:35 horas al hospital, donde personal médico de base, especialista en cirugías para servicios rurales, hizo notar que la paciente presentaba sangrado vaginal abundante desde el traslado de su domicilio hasta su ingreso” al hospital.
Aseguró que “se constató falta de frecuencia cardiaca audible en paciente y feto”, por lo que “de inmediato se procedió a realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzada, brindando cinco ciclos sin respuesta”.
Sostuvo que “por las condiciones de su llegada, se notificó al agente del Ministerio Público con sede en Bochil para el trámite de certificado de defunción, mismo que fue realizado por un médico privado que diagnosticó: choque hipovolémico grado IV, hemorragia obstétrica y probable desprendiendo de placenta”.
El IMSS en Chiapas lamentó el fallecimiento de la paciente embarazada y su producto, al tiempo que expresó sus condolencias a los familiares.