Sobran los recuentos, los reclamos, los análisis sobre la política sanitaria del gobierno y la estrategia de vacunación.
Hace un año y un poco más que nuestro país vive en la peor pandemia de la que podamos tener memoria y aún nos falta un largo camino por recorrer, pues la vacunación avanza, pero todavía no llegamos a todos y todas.
Sin duda, como sociedad hemos tenido que reaprender a convivir, a vivir, a trabajar, a estudiar, a relacionarnos y a informarnos sobre lo que está pasando.
Este aprendizaje ha sido lento para un amplísimo sector de la prensa y los medios de comunicación. La primera lección que aprendimos fue a reconocer nuestra propia ignorancia sobre temas que no entendíamos y aún no entendemos.
Aprendimos algunas cosas, pero aún no sabemos cómo interpretar esto que tiene que ver con las mutaciones de un virus que en nuestro país le ha costado la vida a más de 186 mil personas (hasta este martes).
En descargo de este periodismo tan rezagado, vale la pena comentar que en estos 12 meses hemos visto muchísima creatividad en medios tradicionales (impresos, radio y TV) y aún más en digitales.
Hemos visto nuevas narrativas, nuevas formas de contar historias. El uso de herramientas tecnológicas que antes no habíamos explotado lo suficiente.
Sí, claro, las videoentrevistas y sesiones grupales para transmitir en vivo, pero también incluyo las infografías, las líneas de tiempo, los videos tutoriales sobre el virus SARS-CoV-2, las medidas de mitigación y otras tantas recomendaciones.
Esta pandemia ha sido cruel. Muchos y muchas colegas han fallecido en el camino, contagiados en algún lugar donde tenían que cumplir su labor informativa y pocas empresas han atendido a las familias de quienes eran parte de su personal, mostrando cómo la vulnerabilidad laboral también ha empeorado.
Pero insisto: hay mucho aprendizaje y quienes terminan ganando son las miles y millones de personas que recuperaron la confianza en el buen periodismo, en el periodismo profesional.
En algunos sectores del poder público continúan las descalificaciones hacia la labor informativa, especialmente cuando se señalan los yerros cometidos en las políticas de atención de la pandemia. Desde alcaldes hasta la presidencia, mantienen discursos contra el trabajo de periodistas, pero por fortuna desde hace años sabemos que las audiencias saben distinguir los bulos de la información profesional y bien documentada.
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*Periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia”. Conduce el programa “Periodismo hoy”, que se transmite los martes a las 13:00 h, por Radio Educación.