El cambio climático está afectando realmente a gran parte de nuestro planeta y a veces no somos capaces de darnos cuenta cómo eso modifica nuestras vidas. Este es un ejemplo: el océano Ártico se está calentando tanto que puede ser considerado parte del Atlántico. Es como si ambas masas de agua sufrieran una fusión al encontrarse en las mismas condiciones. Pero este es un tema grave porque significa que nuestro planeta se calienta.
El Mar de Barents es el sitio más afectado por este calentamiento, con aguas cada vez más cálidas en el Ártico. A medida que se calienta se vuelve además más salado, porque sin hielo que se derrita para diluir la sal siempre está en iguales cantidades. Es implica un cambio en el ecosistema y las criaturas marinas que viven en él.
¿Cómo se reconocen los límites de un océano?
Sabemos que los océanos son cinco: Ártico, Atlántico, Pacífico, Índico y Antártico y cubren un 70% de nuestro planeta. Sin embargo, los criterios para definir dónde empiezan y acaban tienen que ver con sus características. El suelo y temperatura son definitorios para considerarlos parte de un océano u otro. No hay límites precisos como en tierra firme ni observables a simple vista. Por lo tanto, en realidad es un enorme océano que cubre la Tierra, que se divide en cinco de acuerdo a las características de una zona.
Pero si muchas zonas del Ártico pasan a tener la misma temperatura y animales que el Atlántico, es difícil diferenciarlos. Terminan volviéndose una sola masa de agua más cálida y más salada. El Ártico tiene una zona fría con una capa de hielo interno que impide que las aguas cálidas hagan muchos estragos en la zona congelada. Sin embargo, allí donde se une al Atlántico el cambio climático ha disminuido el hielo estacional. Desde el año 2000 hasta ahora la temperatura subió en 1,5 grados celsius.
Los científicos creían previamente que el Ártico y el Atlántico se fusionarían totalmente para el final del siglo, pero los nuevos estudios muestran que va a ocurrir mucho antes. Si todo sigue igual, la temperatura subirá tan rápido que pronto los dos océanos serán uno solo. Esto cambiará también el clima en los continentes. Fríos extremos pueden llegar a Asia y Europa en los próximos tiempos. Lamentablemente, quizás ya es demasiado tarde para revertirlo.