El comité de ética de la FIFA suspendió por 90 días de manera cautelar de todas las actividades relacionadas con el fútbol al presidente de la Federación Brasileña, Marco Polo Del Nero, implicado por la justicia de EEUU en el escándalo mundial de corrupción en este deporte.
“La duración de la prohibición puede extenderse por un periodo adicional que no supere los 45 días. Durante este tiempo, Mr. Polo Del Nero tiene prohibidas todas las actividades ligadas al fútbol tanto a nivel nacional como internacional”, señaló el comunicado, que añadió que la prohibición tiene “efecto inmediato”.
Tras la suspensión, la CBF anunció que Antonio Carlos Nunes de Lima ocupará el cargo de manera temporal, debido a la norma del organismo que otorga el puesto al vicepresidente de mayor edad.
Nunes volverá a dirigir la CBF después de hacerlo entre enero y abril de 2016, cuando Del Nero pidió licencia de su cargo para dedicarse a su defensa luego de que el FBI lo acusara en 2015.
Antiguo miembro del consejo de la federación internacional, Del Nero forma parte de los numerosos directivos del fútbol sudamericano implicados por la justicia estadounidense en el marco del gran escándalo de corrupción alrededor de la FIFA.
El dirigente de 76 años llegó a la presidencia de la CBF oficialmente en abril de 2015, poco antes de que explotara la tormenta en la cúpula del fútbol mundial.
En una nota emitida en la noche, Del Nero reiteró su inocencia en unos actos que, según afirma, ocurrieron antes de que la Confederación estuviera bajo su responsabilidad, y aseguró que sus abogados requerirán el “archivo de esas graciosas especulaciones investigativas”.
“Antes de acusar a quien nada debe, presenten pruebas y documentos que indiquen las cuentas bancarias, las remesas, mi implicación -directa o indirecta – con las empresas investigadas”, lanzó.
La suspensión había sido reclamada por la cámara de investigación de la comisión de ética de la FIFA, la justicia interna de la instancia. Este órgano de instrucción está presidido por la jueza colombiana María Claudia Rojas. Una vez que la instrucción haya terminado, el dosier será transmitido a la cámara de enjuiciamiento.
El 27 de mayo de 2015, el predecesor de Del Nero, José María Marín, de 85 años y actualmente juzgado en Brooklyn, formó parte de la primera oleada de arrestos, en una intervención de la policía en un hotel de Zúrich contra siete responsables del fútbol mundial.
El proceso de este vasto escándalo de corrupción que implica a numerosos responsables del fútbol de las Américas y a dirigentes de empresas de marketing se lleva a cabo desde noviembre en Brooklyn.
– El monarca de los brindis –
En la audiencia del jueves, un día antes de la sanción de la FIFA, el abogado de Marín denunció en la Corte que Del Nero era quien realmente manejaba la CBF.
“Con todo respeto, Marín era el monarca que hacía los brindis, mientras Marco Polo (Del Nero) manejaba todo”, aseguró el jueves Charles Stillman, abogado de Marín, en referencia al ahora suspendido jefe de la CBF.
“Marco Polo era el que realmente dirigía el show en el fútbol brasileño”, añadió el letrado.
La fiscalía de la corte de Brooklyn asegura que tras la renuncia de Ricardo Teixeira a la cabeza de la CBF en marzo de 2012, después de más de dos décadas al frente de la institución, Marín y Del Nero pasaron a dividirse los sobornos que éste recibía.
Según el gobierno estadounidense, ambos acordaron recibir 6,55 millones de dólares en sobornos cada uno a cambio de ceder los derechos de televisación y marketing a empresas deportivas como Torneos, Full Play y Traffic, y recibieron de hecho varios millones.
La fiscalía mostró balances contables de estas empresas que registran pagos a “Brasileiro” y a “MPM”, supuestamente las iniciales de Marín y Del Nero. Ambos “actuaban como mellizos”, siempre juntos, según el empresario argentino Alejandro Burzaco, dueño de Torneos y Competencias, y testigo del gobierno.
De las 42 personas detenidas en este caso, solo tres están en el proceso de Nueva York: Marín, Juan Ángel Napout, de 59 años y expresidente de la federación paraguaya y de la Conmebol, y Manuel Burga, de 60 y exdirigente de la federación peruana. Los tres insisten en su inocencia.