Geomiq, es el nombre de la empresa de ingeniería que está ofreciendo 100 mil euros, equivalente a dos millones de pesos, a todas las personas que estén dispuestas a ceder los derechos de explotación de su rostro con la finalidad de incorporarla a robots de compañía y servicio.
La compañía pretende desarrollar una línea de máquinas con cara ‘humana’, por lo que requieren modelos reales para trabajar en ellos. El objetivo es usar a los robots como ‘amigos virtuales’ de personas de la tercera edad.
Para los especialistas, ver un rostro amigable sería más conveniente para desarrollar sus funciones. Tener máquinas con diseño antropomorfo es algo que ingenieros y científicos han buscado desde el inicio de la robótica y, más allá de encontrar un parecido físico, desean que repliquen las funciones del ser humano.
Se cree que las personas responderían mejor antes seres con apariencia similar a la suya, que a otro tipo de robots complejos. Sin embargo, hay quienes no ven con buenos ojos la idea, porque ven a las máquinas como una amenaza y reemplazo en distintos ámbitos de la vida. Otros más aventurados, creen en la posible rebelión de las máquinas para conquistar a la raza humana.