Bastaron sólo unas horas para que se volviera a ver la zona caótica que suele ser el Centro Histórico un día de quincena
En pleno día de quincena, el Centro Histórico reabrió este martes y unas horas bastaron para que se volviera a ver la zona caótica que suele ser.
Mar de gente que acuden a comprar, trabajar o a hacer algún trámite, coches, camiones de carga y transporte público que colapsa el tráfico y genera ruido.
También no se hizo esperar el comercio en vía pública, toreros y hasta protestas, en este caso de taxistas que se plantaron frente a la Catedral.
En las calles del perímetro A y B del Centro se notó que el primer cuadro de la capital volvió a ser el de antes, aunque realmente la pandemia no lo apagó al 100 por ciento.
Aunque en la zona poniente (Madero, 16 de septiembre, 5 de mayo) se vio una afluencia considerable de personas, el desborde fue en la parte oriente (Corregidora, Jesús María, Correo Mayor) y norte (Belisario Domínguez, República de Argentina).