Por Luis Felipe García Chávez
La pelea por las marchas
“Mi silencio no me protegió. Tu silencio no te protegerá.”
Audre Lorde, escritora afroamericana, activista por los derechos civiles
Hace ya algún par de semanas, se viene dando un debate nacional por las marchas, sus consecuencias y sus diferentes aristas.
El día de hoy abundan en redes, decenas de videos donde se puede ver a los actuales gobernantes de la “transformación” cuando ellos se manifestaban; en el caso de AMLO en los años 90’s incluso cerraba pozos petroleros y trasladaba a ciudadanos tabasqueños a la hoy Ciudad de México; en el caso de la presidenta Claudia Sheinbaum protestó en 1986 en una de las huelgas de mayor duración en la UNAM.
En ambos casos, fueran o no justificadas las causas y la forma en que se realizaron, más allá de cómo el gobierno reaccionó ante estas protestas, -tomando en cuenta el momento álgido de la época que se asimila al actual-, hubo siempre una estrategia de negociación y eficientes intermediarios. Hoy el pensamiento colectivo es que eso ya no existe por omisión o ineficiencia de los servidores públicos que tienen esa responsabilidad.
Pero ahora que estás dos personas tienen en común compartir la honrosa representación de ser presidente y presidenta de México, las protestas son descalificadas e incluso sometidas a recursos que suponen técnicas- nada novedosas-, de represión de dictaduras de izquierda y derecha en Latinoamérica.
El día 15 de noviembre de este año, cuando se realizó la llamada “Marcha de la Generación Z”, hay argumentos sólidos que plantean la creación de un embudo, llamado “bloque negro”, armado con vallas metálicas frente a la Catedral Metropolitana y en las calles aledañas al Zócalo, lo que provocó aglomeraciones y, según varios reportes, fue un factor que contribuyó a los disturbios y enfrentamientos posteriores.
Un verdadero bloque negro es una táctica, no un movimiento organizado: quienes participan visten de negro y se enmascaran para actuar bajo anonimato colectivo. Pero cuando analizamos las acciones recientes, encontramos que estos grupos no muestran coherencia ideológica, no tienen reivindicaciones políticas claras y curiosamente, solo operan en contextos que benefician a determinados actores políticos. Tan es así, que solo operan convenientemente en las marchas que no se convocan desde el régimen.
El día 6 de diciembre la doctora Sheinbaum convocó a una marcha para festejar los 7 años del triunfo de su movimiento, ahí se analizará si el bloque negro es una realidad o desaparece por qué el gobierno los manipula y solo actúan en forma alineada a una estrategia de control y represión disfrazada.
Y si no, que digan lo contrario.
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