El video muestra al hombre tratando de levantar su mercancía después de que los policías la tiraron al intentar quitársela. Después de recoger una muy pequeña porción, el comerciante pisó los churros que quedaron en el piso para que no se los llevaran.

En el video se alcanza a escuchar a los espectadores gritar “¡ya déjenlo!“. Testigos de la escena culparon a los policías de “atacar al negociante” en lugar de “perseguir a los rateros”.

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Inspectores del Ayuntamiento de #Morelia quisieron desalojar a un vendedor de churros del Centro Histórico; su mercancía cayó al suelo y el vendedor ante la impotencia, prefirió pisar y destruir el alimento antes de que se lo llevaran los trabajadores del municipio. #Michoacán pic.twitter.com/aprePHmrhh

— Qué Poca Madre (@QuePocaMadre_Mx) 28 de julio de 2019

La acción de los policías no sólo mermó el ingreso del comerciante, sino también tiró las dos horas que debió de haber invertido en elaborar los dos kilos de churros.

A pesar de que los empleos informales no tienen prestaciones gubernamentales y no pagan impuestos por uso de suelo, también contribuyen al 23.7% del PIB.

De hecho, según el INEGI, el comercio informal incluye a “todo trabajador de micronegocios que no cuente con los registros para operar, trabajadores domésticos, trabajadores de agricultura, comerciantes y cualquier empleado que no esté protegido en términos laborales“. Bajo esta definición, 57% de los mexicanos se dedican al comercio informal.

En general, el comercio informal se compone por adultos jóvenes (entre 25 y 44 años) que sobrepasan la media de educación nacional. 36% tienen la secundaria terminada y 24% la preparatoria.

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