Si hablamos de Michael Phelps, probablemente la primera imagen que se les venga a la mente es a él, con sus largos brazos, colgándose una y otra vez preseas doradas. ¿Un concepto? Éxito. Sin embargo, no todo es tal como lo creemos y, a pesar de ser el máximo ganador de medallas de oro -con 23, a lo que se suman 3 de plata y 2 de bronce-, el “Tiburón de Baltimore” no era tan feliz como parecía.
“No quería nadar más, ni siquiera quería vivir más. Entonces pensé en el suicidio“, confesó el atleta en enero de este año, revelando así la profunda depresión que sufrió tras los JJOO de Londres 2012. “Nunca he estado tan mal, he estado encerrado en mi habitación durante tres o cinco días, sin comer, apenas durmiendo, sin ganas de vivir“, relató.
Aún así, aquella no fue la primera vez, ya que el nadador ha pasado su vida luchando contra estos episodios depresivos, siendo el primero en 2004. Sí, el mismo año en que demostró que estaba para cambiar la historia, logrando 6 medallas doradas -sólo una menos que Spitz en una sola edición de JJOO- y 2 de bronce. Ahora, Phelps está mejor y, por ello, contó como lo logró para ayudar a otros que padecen de lo mismo.
“Me comunico. Eso es muy importante porque sé cuando entro en una etapa de encierro. Ese es un momento angustiante”, reflexiona el campeón olímpico, para luego rendirle honores a quien más le ha ayudado. “Tengo la mejor esposa del mundo. Es mi todo, es mi cable a tierra y me ayuda todos los días”, señala en referencia a Nicole Johnson, con quien se casó en 2009.
“Lo importante es mantenerse abierto y comunicativo. Ser capaz de no callarse la boca y creer que lo que te sucede es algo que puede asustar a muchas personas. Es un camino muy oscuro por momentos y tú solamente debes asegurarte de mantenerte abierto“, explica, quien hoy por hoy está más feliz que nunca. “Me gusta ser quien soy, me siento cómodo con eso y no podría haber dicho esto unos años atrás. Así que estoy en un muy buen momento, disfrutando de la vida día a día”, afirma, asegurando que la terapia fue fundamental en esa tarea.
Aún así, no es un mal del que pueda escapar, sino que tiene que saber controlar. “Hace dos o tres semanas, atravesé una depresión bastante fuerte. Esto es algo que va a continuar pasando en mi vida. Pero cuanto más aprenda de mí mismo, entienda por qué atravieso por determinadas situaciones y pueda utilizar mejor mis defensas, mi vida será mejor, más excitante”, sostiene quien hiciera historia en 4 JJOO, para luego retirarse -por segunda vez- en 2016. Y, con 33 años, no planea volver.
“He terminado mi carrera en un punto alto. Es lo que siempre quise hacer. Ese capítulo está cerrado”, asegura, para luego apuntar cuál es su nuevo objetivo. “Me gustaría poder salvar una vida si pudiera. Sería más importante que ganar una medalla de oro”, dice, quien ya ganó 23.
Source: UPSOCL