Una joven de 22 años, Bethany Lynn Stephens, fue hallada muerta la semana pasada en un bosque en el que solía pasear junto a sus dos perros raza pit bull. Los oficiales confirmaron que había muerto por el ataque de los canes pero los vecinos circularon otras versiones sobre el caso, lo que obligo a las autoridades locales a dar los sangrientos detalles del deceso para defender su versión.
Estos escabrosos detalles fueron revelados el lunes. El alguacil, James Agnew, aseguró que no quería ofrecer tanta información por respeto a la familia de la víctima, pero que las versiones difundidas en las redes lo obligaban a tener que reforzar la versión oficial (ya que la gente del condado comenzó a creer que había un asesino suelto).
Cuando llegaron a la escena, los animales se encontraban junto al cuerpo. Al principio, los oficiales creyeron que se trataba de un animal muerto, pero cuando se acercaron vieron el cuerpo de la joven y cómo los pit bull estaban hurgándola con sus hocicos.
El alguacil aseguró que los animales se comieron “hasta las costillas del cuerpo” de la chica. La primera lesión traumática fue en la garnganta y el rostro de la joven:
“Al parecer la tiraron al suelo y la joven perdió el conocimiento, y luego la atacaron hasta matarla”
Se descarta que haya sido otro animal el que la haya atacado. Los mordiscos de la cabeza no penetraron hasta el cráneo sino que tiene marcas en su superficie (las heridas son consistentes con las de un animal pequeño así que se descartan osos y lobos).
Los vecinos lanzaron en redes sociales versiones infundadas sobre la muerte de la chica. Según ellos, la chica habría sido asesinada y los perros se habrían quedado a su lado para protegerla.
Un investigador declaró:
“[No hallamos] Nada que evidenciara violencia doméstica. Nada que mostrara que fuera apuñalada, o que le dispararon”
Tampoco había signos de lesiones en la garganta (es decir, no la estrangularon).
Todavía no se sabe por qué los perros la atacaron.
Una teoría es que, al marcharse ella de su casa y dejar a los perros al cuidado de su padre, los animales pasaron del contacto constante con humanos a vivir fuera de casa.
El alguacil aseguró que los perros habían sido sacrificados con permiso de la familia.