Un padre desesperado se provocó una sobredosis de heroína para enseñarle una lección a su hijo adicto
La epidemia de abuso de opioides en los Estados Unidos ha llevado a un padre de Nueva York a tomar medidas extremas que casi le costaron su propia vida con el objetivo de alertar a su hijo sobre los riesgos del consumo de drogas duras como la heroína.
Sergey Gnatovskiy, de 45 años y habitante de la ciudad de Sheepshead Bay, vecina a Brooklyn en Nueva York, tomó una decisión desesperada al ver cómo el futuro de su hijo Maykl, de solo 23 años, parecía enfrentar el desenlace más trágico, envuelto en una espiral autodestructiva alimentada por sus problemas de adicción.
Según información revelada por el periódico New York Post, Sergey perdió la paciencia al encontrar la droga de su hijo un día mientras limpiaba su casa. Así que decidió darle una dura lección inyectándose una dosis del implacable derivado del opio, con el objetivo de enviarle un mensaje que esperaba que sirviera para que tomase finalmente la decisión de someterse a un tratamiento de rehabilitación.
“Le dije que si no se decidía a parar, yo haría lo mismo que él”, comentó el desesperado padre al NY Post. “Intenté enviarlo a rehabilitación y me prometió que iría, pero volví a encontrar droga en la casa”.
El pasado miércoles, cuando regresó al hogar que comparten en Brooklyn, Maykl encontró a su padre desmayado en la sala de estar de su apartamento, completamente inconsciente. El joven inmediatamente entendió que su padre estaba atravesando un episodio de sobredosis y procedió a someterlo a reanimación cardiopulmonar.
Al ver que sus desesperados intentos de regresar a la vida a su progenitor no funcionaban, recurrió al kit de rescate de prevención contra sobredosis que tenía en el hogar, compuesto principalmente por el spray nasal Narcan, de uso cada vez más difundido entre las fuerzas de emergencia en los EEUU, el cual permite revertir los efectos de una sobredosis de manera rápida mediante una fácil aplicación en las vías respiratorias.
El mismo método que Sergey había tenido que usar sobre su hijo en cuatro diferentes episodios de sobredosis afortunadamente sirvió para salvarle la vida. “Luego de vivir esto, definitivamente iré a tratamiento. Me he drogado desde los 15 años y hoy a los 23 no puedo continuar haciendo esto”, expresó Maykl, consternado tras salvarle la vida a su padre.
Una vez recuperado de su experiencia cercana a la muerte, el padre aseguró sentirse completamente normal al día siguiente, sin recordar mucho de lo sucedido al despertar en un cuarto de hospital. “Mi hijo me gritaba: ‘¿Papá, estás loco? Casi te mueres'”.
El inmigrante proveniente de Ucrania asegura que es capaz de hacer lo que sea por salvar de las drogas a su hijo, a quien su madre echó de la casa cuando era adolescente por sus problemas de adicción. “No sé lo que haría si llegara a perder a mi hijo. Le daría mi casa, mi carro, mi corazón… Lo que sea necesario con tal de no perderlo”, expresó Sergey, quebrado.
Según un reporte publicado por el Jornal de Enfermedades de la Adicción, la comunidad de Nueva York compuesta por inmigrantes de la ex Unión Soviética se ubica entre las más afectadas de los Estados Unidos por la epidemia de abuso de opioides.
La zona de Brighton Beach, al sur de Brooklyn, cercana al barrio donde habitan Sergey y su hijo en Nueva York, ha registrado la mayor cantidad de casos reportados de sobredosis de heroína per capita entre 2014 y 2015.
Las muertes relacionadas con sobredosis de opioides siguen una tendencia al alza en los Estados Unidos y representan hoy más de 6 de cada 10 casos mortales de abuso. De 2000 a 2015, más de medio millón de personas murieron por abuso de drogas, mientras que todos los días 91 personas pierden la vida por sobredosis de opioides en el país.
La sobredosis de drogas es la primera causa de muerte accidental en los EEUU, con 55.403 fallecimientos en 2015; mientras que la adicción a los opioides está alimentando esta tendencia, con 20.101 muertes por sobredosis vinculadas a calmantes de dolor por prescripción sólo el año pasado.