Aparentemente son todo aquello que nos dijeron que no debíamos ser: lentos, dormilones, pasan el tiempo colgados de cada lugar que pueden y sólo comen hojitas y brotes tiernos.
Y aunque pueden recibir críticas por ser poco productivos y vivir a la mínima velocidad posible, lo cierto es que son más inteligentes de lo que parece. Rory Wilson, profesor de Zoología en la Universidad de Swansea, lo dijo una vez a la BBC.
“¿Por qué quieres moverte? Y si quieres hacerlo ¿por qué tienes que hacerlo con rapidez? Entre más rápido te mueves, más alto es el costo. La energía es muy importante para los animales. Si la quieres conservar, cuanto más lentamente te muevas, mejor”, indicó.
Entonces, siendo los mamíferos más lentos del planeta, no dejan de ser los más eficientes. La vida perfecta.
Pero aunque su calmado estilo de vivir prolonga sus años, esto podría hacernos creer que todo es tranquilo y están siempre fuera de peligros, no es tan así: más de 50 tipos de perezosos se han extinto a lo largo del tiempo y actualmente sólo existen dos especies: los de tres dedos y los de dos.
Protegerlos es la misión del Sloth Sanctuary de Costa Rica.
Todo comenzó en 1991 con un negocio familiar. Luego de abandonar la conservación de aves, Judy Avey y Luis Arrollo comenzaron su propio hotel instalado en un entorno natural, en la ciudad de Cahuita, Limón.
Un año después, un grupo de jóvenes trajo un perezoso de dos dedos con la esperanza de que en ese lugar, rodeado de vegetación, podría sobrevivir. La pareja aceptó inmediatamente, y aun sin saber mucho sobre él y su especie, comenzaron a cuidarlo.
Buttercup, como lo bautizaron, se desenvolvió bien en su nuevo entorno. Comenzó a crecer y a desarrollarse bien, parecía estar a gusto en su nuevo hogar. Entonces, Judy y Luis decidieron hacer algo más: instalarían un refugio para perezosos.
Poco a poco comenzaron a llegar más y más ejemplares.
En 1997 el recinto fue reconocido como el primer santuario dedicado exclusivamente a los perezosos y hoy, más de 20 años después, continúan dedicándose al rescate, rehabilitación, investigación y liberación de estos animalitos, al mismo tiempo que luchan por la conservación de su hábitat.
Es el lugar soñado para un perezoso: reciben cuidados, cariños y tienen una inmensa variedad de árboles que sirven para descansar y comer al mismo tiempo. Encaramados en ellos, generalmente en lo más alto, pueden sin problemas cumplir con su meta de actividades diaria: dormir en el día y descansar durante la noche. Nadie los interrumpe.
En la actualidad, el refugio cuenta con miles de perezosos que son atendidos con mucho amor. Sin embargo, no sólo lo reciben de parte del personal que trabaja en él, sino que de la gran cantidad de visitantes que llega al lugar.
El Sloth Sanctuary ofrece distintos tours para quien quiera estar cerca de estos bellos animalitos. Los precios son bastante accesibles: puedes ir por el día y disfrutar un paseo familiar o, si eres un real amante de los perezosos, también puedes alojar en el santuario y tener acceso a otros sectores, laboratorios y salas donde los perezosos son tratados.
¿Y sabes cuál es el nombre del tour? ¡Buttercup! En honor al primer ejemplar y casi fundador del refugio, quien todavía vive en el lugar.
Apostamos a que ahora ser lento y pausado no suena tan mal. En un mundo donde ser productivo es casi lo único que importa, deberíamos ser más perezosos. Sí, no estaría mal, de vez en cuando, colgarnos de una ramita en la copa de un árbol y descansar. Nada más. Descansar y ver cómo la vida pasa.
Digo, si eso nos alarga los años, ¿qué hacemos trabajando?
Source: UPSOCL