CIUDAD DE MÉXICO.
Los luchadores profesionales en retiro Tinieblas y Súper Muñeco, se prodigaron en historias que han vivido a lo largo de su vida profesional, en el mundo mágico que por primera vez se conjugó con el arte plástico, a través de la mirada de 30 grabadores que captaron distintos momentos de uno de los principales cimientos de la cultura popular de México.
Tinieblas, un personaje de 2.03 metros de altura y 130 kilogramos de peso, junto al miniluchador Alushe, se abrieron camino en países tan distantes como Japón y el no menos popular Súper Muñeco, integrante del Trío Fantasía, narraron un sinfín de anécdotas, momentos de plena emotividad y agradecieron a los artistas por la idea creativa.
El público asistente a la muestra de grabados “Lucha Libre sin Límite de Tiempo”, organizada por los maestros Alejandro Alvarado y Fernando García, en la galería AMGIP y el Colectivo Artístico Cultural, tuvo la oportunidad de conocerlos y ser reconocidos con una imagen antigua de la Virgen de Guadalupe.
Tinieblas, conocido por sus programas infantiles con el Tío Gamboín, Genaro Moreno y Capulina, ser de los primeros luchadores en presentarse en el país del Sol Naciente, dijo antes de despedirse que los milagros existen. Le creamos o no, tuvo oportunidad de visitar la Basílica y entrar a la bóveda en donde se conserva la imagen de Nuestra Señora del Anáhuac.
En los cinco minutos que pudo estar dentro de la bóveda, invitado por el Cardenal Norberto Rivera, tuvo la oportunidad de verla de cerca. Por ese motivo, el obsequio que recibió le hizo el día, además de ser inmortalizado en una serie de grabados con artistas tan importantes como Mexiac, Takeda y Bajonero.
Iba bien contento, llevé fotos, máscaras, una bola de cosas, es algo increíble, como aquí estar tocando el cristal donde está la Virgen, terminamos, no podíamos estar nada más que cinco minutos y al salir al estacionamiento, no había nada de gente y me vino un olor a puras rosas y dije: la Virgen está con nosotros, es algo que me voy a llevar cuando yo muera”, narró Tinieblas.
También, comentó que en alguna ocasión acompañó al Santo a un hospital de niños con cáncer, conversó con el pequeño enfermo, se quitó su máscara y se la regaló. Los médicos no le daban más de tres días de vida. A los tres, a los seis meses, la madre del niño le informaba que todavía se mantenía con vida. Ante lo inevitable, el menor falleció año y medio después, pero nunca soltó la máscara y fue sepultado con ella.
Súper Muñeco, quien tuvo la oportunidad de participar en cinco largometrajes y reconocido por su larga lista de victorias en luchas de apuestas, se dedica a dar consejos, ayudar a la gente; ha visitado reclusorios, hospitales o lugares “qué no se imaginan con gente que no tiene ni para comer”. Sin embargo, afirmó que la familia de la lucha siempre colabora o aporta algo porque son un ejemplo para la niñez y es lo que queda en el corazón.
Tinieblas y Súper Muñeco alentaron al público que asistió a una muestra de grabados que ha sido exhibida en Ecuador y galerías de la Ciudad de México.
Los populares luchadores posaron junto a los grabados que artistas plásticos acogieron el proyecto, el año pasado.
Hay gente que ya está en las últimas para morir, vamos a darles un momentito de felicidad, no es para que lo andemos contando hay un Dios que ve las cosas, no lo haces para que te vean los demás”, comentó Tinieblas.
Por su parte Súper Muñeco recuerda una anécdota no muy grata para él.
“Fuimos al Reclusorio Norte y las personas las tenemos pegadas. Son tan hábiles que me abrocharon las agujetas de los zapatos, el derecho con izquierdo sin darme cuenta. Es bien duro luchar en un reclusorio, les dije: vengo de corazón a luchar para ti, no me hagas esto porque yo me accidento y me voy a romper un hueso y lo único que estamos haciendo con venir con ustedes es tratar de que se diviertan”, enfatizó.
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Source: Excelsior