¿Porque te da hipo?
El hipo, que en medicina se denomina singulto, consiste en un sonido inspiratorio que se produce como consecuencia de la contracción brusca, involuntaria, e intermitente del diafragma (un músculo que se encuentra en la base de los pulmones) que hace que la epiglotis se cierre, provocando el típico sonido hic.
El hipo, que suele comenzar sin razón aparente y generalmente desaparece en pocos minutos, puede afectar a personas de todas las edades; de hecho, hasta los fetos pueden tener hipo, y es muy común en los bebés hasta los seis meses de edad, lo que suele preocupar a los padres primerizos.
¿Por qué tenemos hipo?
El diafragma desciende cuando inhalamos para que los pulmones se llenen de aire, y sube cuando exhalamos para facilitar la salida de aire de los pulmones. Cuando este mecanismo se altera y el diafragma sube o baja antes de lo normal, la respiración se hace diferente, provocando el hipo.
El hipo suele ser un trastorno pasajero y benigno, que apenas dura unos minutos y se resuelve espontáneamente, pero en casos excepcionales puede durar días, semanas, o meses, convirtiéndose entonces en hipo persistente, que necesita atención médica porque puede tener su origen en alteraciones gástricas, torácicas, metabólicas o neurológicas, e incluso ser un síntoma de enfermedades como úlcera de estómago, esofagitis o pancreatitis, entre otras.
Algunas posibles causas del hipo son:
- Comer en exceso.
- Comer muy rápido.
- Abusar del alcohol
- Irritación del diafragma.
- Alteraciones del estómago.
- Estados de nerviosismo o excitación.
- Cirugía abdominal.
- Consumir alimentos o líquidos picantes o condimentados.
- Padecer cualquier enfermedad o trastorno que irrite los nervios que controlan el diafragma.
Cómo detener el hipo
No existen medidas específicas ni demostradas científicamente para frenar el hipo, y lo que para algunas personas resulta efectivo, a otros no les ayuda en absoluto, pero algunas sugerencias que podrías probar son:
- Tomar un vaso de agua fría.
- Beber agua agachando el cuerpo hacia delante.
- Aguantar la respiración y espirar después lentamente, repitiendo varias veces el proceso.
- Tomar una cucharada de azúcar.
- Respirar repetidamente dentro de una bolsa de papel.
- Tomar una cucharadita de limón o un poco de vinagre.
- Que te den un susto cuando te encuentres desprevenido (aunque esto puede no ser recomendable para algunas personas, y no se debe hacer con niños).
- Medicamentos (solo se deben administrar en caso de hipo persistente y bajo prescripción médica).
En el caso de los bebés, los expertos explican que no hay remedios para detener el hipo y hay que esperar pacientemente a que se les pase de forma espontánea. Se considera inofensivo para los pequeños, pero si el niño tiene ataques de hipo frecuentes o muy prolongados (media hora o más) es conveniente consultar con el pediatra para descartar que se trate de algún problema de tipo digestivo, respiratorio o neurológico.