Desde la liberación de su precio, el gas LP ha incrementado en 17 por ciento en México. Para que los precios bajen se requiere de mayor competencia pero no la hay, ni tampoco la liberalización real por falta de infraestructura y transparencia: actualmente el mayor proveedor de la molécula de gas a los distribuidores, es Pemex; pero su falta de transparencia ahuyenta a los inversionistas, sostuvo Arturo Carranza, especialista en temas energéticos.

El analista sostiene que la reducción del costo del energético se podrá observar quizá a mediano o hasta a largo plazo. De momento, las familias comienzan a cambiar sus hábitos para consumir menos o de plano ya no hacerlo.

“Yo creo que uno de los errores que cometió el gobierno es, precisamente,  haber prometido una baja de precios”, apuntó Miriam Grunstein Dickter, investigadora del Mexico Center Rice University.