El Papa Francisco expresó su deseo de que el Sínodo purifique a la Iglesia de ideologías y divisiones durante una vigilia de oración celebrada en la plaza de San Pedro el pasado sábado, previo al inicio del Sínodo el 4 de octubre.
El sábado, el papa Francisco estuvo presente en una vigilia de oración en la plaza de San Pedro en preparación para el Sínodo que se llevará a cabo el 4 de octubre.
Hoy, el papa Francisco expresó su esperanza de que el próximo Sínodo, la reunión de obispos que se llevará a cabo a partir del 4 de octubre, contribuya a la purificación de la Iglesia eliminando las murmuraciones, ideologías y polarizaciones. Esto se debe a las críticas que han surgido por parte de sectores conservadores hacia los temas que se discutirán y el enfoque utilizado para organizar el evento.
Francisco expresó su deseo de que el Sínodo sea un momento de fraternidad, en el que el Espíritu Santo pueda purificar a la Iglesia de las críticas, las diferencias ideológicas y las divisiones. Estas palabras fueron pronunciadas durante una vigilia de oración por el Sínodo, que tuvo lugar en la plaza de San Pedro y contó con la participación de otros líderes religiosos como el patriarca ecuménico Bartolomé y el arzobispo anglicano de Canterbury, Jusn Welby.
Un día antes de que comience el Sínodo, un conjunto de católicos liderados por el cardenal estadounidense Raymond Burke ha convocado una conferencia de prensa para manifestar su disconformidad con esta reunión que creen que será perjudicial para la Iglesia, comparándola con una caja de Pandora.
El Papa también alabó el poder del silencio y afirmó que la verdad no requiere gritos violentos para llegar al corazón de las personas.
Francisco afirmó que a Dios no le agradan los discursos ruidosos y caóticos, sino que prefiere el suave susurro de una brisa. Él enfatizó la importancia de alejarnos de tanto ruido para poder escuchar la voz de Dios, ya que solo en el silencio encontramos resonancia en su Palabra.
Estas reflexiones fueron dadas como recomendación a los 464 participantes provenientes de los cinco continentes en el Sínodo. Se les ha solicitado que mantengan en secreto los detalles de la reunión, en la cual se discutirán asuntos relevantes como la inclusión de los homosexuales y la participación más activa de las mujeres.
Esta actividad fue organizada como una preparación para el retiro obligatorio de tres días que los participantes del Sínodo deberán realizar en un lugar cercano a Roma. El retiro comenzará hoy y se extenderá hasta el martes, momento en el que darán inicio las labores de la asamblea.
Hace poco, el Vaticano anunció que de los 464 participantes en el Sínodo, 365 tendrán el privilegio de votar, incluyendo al Papa y 54 mujeres. Además, habrá 85 participantes sin derecho a voto, de los cuales 27 serán mujeres.
El papa Francisco ha tomado una decisión revolucionaria al permitir que las mujeres y los laicos que han sido seleccionados para participar en el Sínodo tengan la oportunidad de votar en el documento final. Esta es la primera vez que se permite a personas que no son prelados tener voz y voto en esta asamblea.
En la reunión estarán presentes obispos de diferentes países, incluyendo Rusia y Ucrania. Además, se ha confirmado la presencia de invitados especiales, como James Martin, un jesuita estadounidense que apoya a la comunidad LGTB, y Luca Casarini, activista antisistema y responsable de una ONG que ayuda a los migrantes. Aunque no tendrán derecho a voto, han sido invitados por decisión del papa.
Paolo Ruffini, el Prefecto del Dicasterio para la Comunicación, enfatizó que las próximas sesiones en el Vaticano, que se llevarán a cabo del 4 al 30 de octubre, serán "confidenciales". Esto significa que no se sabe qué información se compartirá con los medios de comunicación sobre la asamblea.
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