Las reuniones están cambiando. La pandemia ha cambiado la forma en que interaccionamos con los demás, y mucho de ese cambio ha sucedido a través de la tecnología.
Si bien herramientas como Google Meet (Hangouts), Zoom, WebEx, entre otros espacios diseñados para hacer reuniones virtuales en Internet ya existían, apenas han tomado la relevancia que habían tenido nunca.
Los adultos, pertenecientes a generaciones que no nacieron con la computadora “en la mano” suelen presentar complicaciones con el uso de la tecnología.
Eso mismo le paso a una Senadora mexicana del partido Movimiento Regeneración Nacional, Martha Lucía Mícher Camarena, quien, durante una reunión oficial con el Gobernador del Banco de México, se mostró desnuda.
La Senadora, quien no se dio cuenta que la cámara estaba activada hasta que otros compañeros se comunicaron con ella, ya había mostrado todo.
Durante la junta comenzó a cambiarse de ropa y su busto quedo al descubierto ante el asombro de todos. Tranquilos, tiene 66 años.
Por supuesto, un error le puede pasar a cualquiera. Lo cuestionable, sin embargo, es la atención que centramos en nuestro trabajo desde casa. Mientras la Senadora establecía una reunión, seguramente importante con el Gobernador del Banco de México, ella estaba haciendo otras cosas. Y ese es el error, que nuestra atención se desvía con facilidad y que creemos que podemos hacer varias cosas a la vez. La dedicación al trabajo en casa se ve mermado porque mientras trabajamos o estamos en reuniones virtuales, estamos también en otros asuntos.
No es solo el desconocimiento de una plataforma tecnológica y el uso de un micrófono o una cámara encendida, sino la atención que en ello ponemos.
Finalmente, después de su error, la Senadora dio este mensaje:
Respetables compañeras y compañeros:
El día de hoy ocurrió un desafortunado incidente durante la comparecencia que el Gobernador del Banco de México realizó de forma virtual con compañeras y compañeros senadores, en la que abordamos la situación económica de México y las estrategias para hacer frente a la “nueva normalidad” en los próximos meses.
En una parte de la sesión, sin darme cuenta y mientras la cámara de mi computadora se encontraba encendida, me cambié de ropa mostrando mi torso desnudo. Continué participando en la sesión y gracias a una llamada del senador Armenta y Ovidio me percaté de mi error.
Quiero ofrecer una disculpa a mis compañeras y compañeros legisladores, al propio Gobernador del Banco de México y a los medios de comunicación que seguían en vivo la transmisión, no por haber mostrado mi cuerpo desnudo, sino porque al tratarse de una sesión formal parlamentaria, toda persona que en ella participa debe guardar ciertas normas de respeto y conducta para asegurar que esas sesiones virtuales puedan conducirse apropiadamente. No domino las nuevas formas tecnológicas de comunicación a distancia, lo cual en ocasiones ha jugado en mi contra, como el día de hoy.
Pero de ninguna manera me disculpo ni me disculparé, pues como siempre lo he dicho desde mi convicción feminista, las mujeres no tenemos por qué avergonzarnos de nuestro cuerpo.
Soy una mujer de 66 años que ha amamantado a cuatro hijos, tres de los cuales hoy son profesionistas y hombres responsables, y me siento orgullosa de que mi cuerpo los haya alimentado; soy una mujer que ha militado en la izquierda por casi 40 años, y que ha ocupado diversas cargos públicos por mi férreo compromiso en la defensa de los derechos humanos de las niñas y las mujeres de este país; soy una mujer que no se avergüenza de su cuerpo, sino que lo quiere y lo cuida. Soy Malú Micher y no me da vergüenza haber mostrado por accidente una parte de mi intimidad, porque justo la idea de que una mujer es sólo su cuerpo es lo que ha permitido y fomentado la cosificación femenina contra la que he luchado desde siempre.
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Confío en que los actores políticos, los medios de comunicación, mis compañeras y compañeros legisladores, así como toda la sociedad en su conjunto, sabrán entender que lo ocurrido el día de hoy se trató de un accidente y que será abordado en esa justa proporción.
Gracias por su solidaridad y comprensión.
Gracias al senador Monreal, a mi equipo y al equipo de comunicación del Senado, que actuaron inmediatamente en mi defensa.
Como dice el coordinador, estemos atent@s si esto sube de tono, porque sabemos de dónde vino y es inaceptable, pero tengamos prudencia política.
Estoy a sus órdenes, saludos.
Que regada.
Erre&ErreRedacción
