Domesticar, o más bien, educar a un perro de manera responsable y correcta no es una tarea simple. Hay que estar presente en los primeros años de su vida o darle a entender apenas llegan a la casa, que existen ciertas reglas. No puede ir y orinar donde quiera o comer a la hora que se le dé la gana.
De aprender bien las reglas, un perro es más obediente que cualquier niño. Algunos son capaces hasta de aguantar las ganas de orinar durante horas, sólo por esperar a salir de paseo o tener acceso al jardín de la casa.
Sin embargo hay perros, como este, que se van a un extremo con su buena educación.
Jensen Kendall, de California, Estados Unidos, compartió un divertido video de su perro –Akela– sentado pacientemente frente a la entrada de su casa. Como buena mascota, él se acomoda allí esperando a que alguien le abra la puerta.
Excepto que claramente estaba demasiado ocupado siendo un buen chico, entonces no notó que el mosquitero no estaba y tenía toda la libertad de entrar y salir de la casa.
“Siempre piensa que la puerta está cerrada, así que pretendemos que la abrimos para que entre”.
La niña debe actuar como que abre la puerta para que este responsable perro entre, y no es la primera vez.
Al parecer Akela está demasiado acostumbrado a obedecer. Tanto así que incluso cuando lo incitan a entrar, no les cree a estos malvados humanos.
¿Acaso quieren que choque?
Sus dueños creen que Akela puede que haya chocado con un par de vidrios en el pasado y ellos no lo saben, pues hace un año lo adoptaron. Antes, era otro de miles de perros callejeros. Y claro, en la calle uno puede toparse con muchas vitrinas.
Source: UPSOCL