César Sanabria vive en la Villa 31 del Barrio Padre Mugica, en Buenos Aires, y desde pequeño ha tenido sólo un sueño: conseguir un título universitario. Y está a punto de lograrlo. 

Después de muchos años de esfuerzo para sacar adelante a su familia y a su pequeña hija, sólo tres materias lo separan de convertirse en el primer arquitecto de su barrio.

“Me faltan tres materias. Pero también tengo que dar un par de finales. Espero que este fin de año me pueda recibir”, dijo a El Clarín.

La historia de César no ha sido fácil: tuvo que trabajar desde los 8 años ayudando a su padre, y aun así no abandonó la escuela. Lustraba zapatos, lavaba ropa, hacía todo lo que estaba a su alcance para superarse y seguir adelante. Cuando tenía 11, su padre falleció y tuvo que buscar trabajos para ayudar en casa: ahí conoció la construcción y se interesó por la arquitectura.

Hoy, César tiene un pequeño local donde vende accesorios para celulares. Con eso logra mantenerse y costear lo necesario para continuar sus estudios. A sus 34 años, sabe que para muchos sería más cómodo abandonar y sólo concentrarse en estudiar, pero él no, él tiene un sueño que cumplir. 

“Acá es un problema la salud. Hay que abrir calles para que las ambulancias puedan entrar. Hay salitas de primera urgencia, pero se necesita un hospital”, cuenta el futuro arquitecto, dejando claro lo que quiere construir para sus vecinos y amigos.

A pesar de que César está en las etapas finales de sus estudios, no ha sido fácil. Varias veces abandonó por falta de recursos y situaciones familiares. “En el medio me casé, tuve una hija y la situación económica no alcanzaba. Fue una carrera bastante accidentada”, cuenta.

Sin embargo, está a punto de conseguirlo. Sólo tres materias le restan para que pueda cumplir su sueño. Sólo tres materias para que sea el primer arquitecto de su barrio. Sólo tres materias para demostrar que, con esfuerzo y dedicación, todo es posible.

Source: UPSOCL