CIUDAD DE MÉXICO.
En México se producen 9 mil millones de botellas de plástico PET al año, según cálculos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. De ellas, 900 millones terminan en bosques y ríos.
Ante este panorama, Eduardo Bustamante y un grupo de amigos crearon BioBox, unas máquinas 100% mexicanas que premian a la gente por reciclar.
BioBox es como una máquina de refrescos, pero al revés, en lugar de que pongas una monedita y te demos un envase de PET o de aluminio, nosotros aceptamos tu envase vacío y con eso te damos un premio al reciclar”, explica Eduardo.
BioBox funciona a través del programa de lealtad de ‘PayBack’ de cualquier establecimiento afiliado o a través de la aplicación Puntos BioBox, gratuita para Android y iOS. Se acumulan envases y con ayuda de la app se ubica la máquina más cercana; en ella se escanea el código de barras del envase, se deposita y a cambio dará puntos que se pueden usar en el supermercado o donar a alguna fundación en un equivalente de 10 centavos por envase.
Nosotros creemos mucho en la palabra ‘ecokarma’, así como cuando hacemos cosas malas en el tema de naturaleza sufrimos calentamiento global, lluvias cuando no tiene que llover, etc., también creemos que las acciones positivas deben tener un efecto positivo y que estas acciones pueden ayudar a un tercero”, comenta Eduardo.
BioBox trabaja con Dr. Sonrisas, una fundación dedicada a ayudar a niños con enfermedad terminal, y con Save the Children, una de las fundaciones más antiguas dedicada a cuidar los derechos de los niños.
Una BioBox puede recibir hasta 3 mil envases, pero al estar conectada a internet, la máquina manda una señal cuando está a punto de llenarse, así el equipo de BioBox hace la recolección a tiempo y la máquina queda disponible para recibir más envases.
Aunque BioBox tiene registradas casi todas las botellas en el mercado, Eduardo explica que si alguna máquina no acepta el código de una botella el usuario solo tiene que tomarle una foto y enviarla al equipo de BioBox en la sección de contacto de la aplicación o a través de redes sociales. En unos días queda registrada y será aceptada en todas las máquinas.
BioBox cerrará el 2018 con 300 máquinas en diversos puntos de la Ciudad de México; de ahí esperan crecer a otros estados e incluso traspasar fronteras.
Se me pone la piel chinita al ver gente formada para reciclar cuando vivimos en una ciudad donde se nos inunda la calle por acumulación de basura en la vía pública. Cuando ves a alguien que trae una bolsa con 10, 15 o 50 envases puedes decir que este señor o señora sí hizo un esfuerzo desde su casa u oficina para reciclar. Creo que ahí es donde se empieza a crear ese cambio en el estilo de vida porque el que recicla también se baña más rápido, cierra la llave para lavarse los dientes, cuida a los animales, empieza a respetar la diversidad sexual, empieza a ser una persona mucho más consciente de la vida en general y así nos espera un mucho mejor México para todos”, concluye.
jvc
Source: Excelsior