Después de pasar el tiempo suficiente siendo pareja y luego comprometerse en matrimonio, lo único que quieren los recién casados es celebrar el amor. Para ello, muchos organizan grandes fiestas o reuniones para agradecer el apoyo brindado a la nueva familia que comienza a formarse poco a poco.
Y algunos son más arriesgados y extremos, y se lanzan al mar a modo de sellar su compromiso.
Tal como hizo esta pareja de recién casados, que luego de “dar el sí”, inmediatamente se fueron a una orilla de una playa cercana y abordaron un bote en compañía de sus amigos y familiares más cercanos para conmemorar para siempre la unión entre los dos.
Cuando ya estaban mar adentro, el novio se lanzó primero al agua para luego recibir a su esposa.
Sin embargo, jamás imaginaron que el vestido podría jugarle una mala pasada que incluso podría haber puesto en riesgo su vida. Y solo lo comprobaron cuando ella saltó: su vestimenta rápidamente comenzó a enredarse entre su cuerpo y el peso se hizo demasiado para salir a flote.
Además, su cabeza estaba hundida entre las telas, sin poder respirar.
Los familiares, amigos y encargados del bote, al darse cuenta de la situación, rápidamente se lanzaron al mar para intentar quitarle el vestido de la cabeza a la novia, pero no había forma de hacerlo. Mantenerse ellos mismos flotando sin suelo cerca obviamente complicaba la labor.
Afortunadamente -tras un par de segundos intentando- pudieron ayudarla y la recién casada no sufrió ningún daño más que el susto de casi morir ahogada.
Para otra celebración, esperamos que intenten hacer algo un poco más tradicional y seguro:
Source: UPSOCL