CIUDAD DE MÉXICO.
Los cereales son parte esencial de la alimentación, el arroz, sorgo, maíz y trigo fueron prioritarios para el desarrollo de la humanidad desde sus inicios, sin embargo, ahora dos de estos se encuentran en riesgo por el cambio climático, y no es cosa menor por la cantidad de personas que consumen diariamente estos cereales. El arroz y el trigo.
“En países de oriente como Bangladesh, China, Japón, Corea, por citar algunos el arroz forma parte de su alimentación diaria”.
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Tanto el trigo como el maíz son fuente de muchísimos nutrientes, tales como: proteínas, hierro, potasio, zinc, vitamina D, tiamina, complejo B, calcio y ácido fólico, el tema es que estas propiedades han ido decreciendo por el aumento de CO2 en el ambiente, anteriormente se creía que este no le perjudicaba, ahora se ha detectado que están perdiendo propiedades, dio a conocer un estudio publicado en la revista Science Advances.
Este estudio define su postura en torno al cambio climático y su relación con el daño a los plantíos con fines alimenticios. La fuerte presencia de dióxido de carbono afecta el crecimiento de las plantas, aunque en una proporción adecuada favorece su crecimiento.
“Cuando estudiamos la seguridad alimentaria, frecuentemente nos hemos centrado en cómo el cambio climático podría afectar la producción de cultivos”, declara el Dr. Lewis H. Ziska del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
En cultivos expuestos a niveles elevados de CO2 provoca que los alimentos no contengan los mismos nutrientes y su composición química se vea afectada, dejando un alimento carente de sus propiedades más importantes.
“Más de 2 mil millones de personas consumen diariamente arroz”.
Aun cuando se piensa que los resultados dan un indicio de lo perjudicial del CO2, no pueden ser totalmente concluyentes dado que no hay un estudio previo de alimentos a una menor exposición de CO2.
“Pero la calidad de esos cultivos y su contenido nutricional puede ser igual de importante, y eso no siempre ha recibido el escrutinio minucioso que merece” agregó Dr. Ziska.
Considerando una mayor emisión de CO2 muchos de los nutrientes de los alientos se perderían y derivaría en efectos perjudiciales para millones de personas. Por ende, es importante modificar ciertas actividades humanas, las cuales emiten grandes cantidades de contaminantes.
En el estudio se comparan los niveles de dióxido de carbono en la atmosfera de ahora contra 30 años atrás, actualmente rondan las 410 partes por millón. A finales de los 80 se calculaban 350 partes por millón.
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Source: Excelsior