ECATEPEC, Méx.- 8 DE JUNIO DE 2017.- Cirilo, quien en cumplimiento de su deber como policía municipal, mató a un delincuente a balazos tras repelar la agresión de la que salió herido, caso por el que estuvo recluido más de tres años en el penal de Chiconautla, tras sufrir una serie de engaños hoy se niegan a reinstalarlo en su cargo.
Cirilo Salazar Torres, quien llevaba ya 12 años como elemento de la policía municipal, recordó que fue el 21 de diciembre del año 2012, alrededor de las 23:30 de la noche, cuando en un momento cambió su vida, al estar patrullando junto con dos compañeros a bordo de la patrulla marcada en ese entonces con el número 165, cuando sorpresivamente en la avenida Primero de Mayo, frente a la colonia Ruiz Cortines, un hombre al que le marcaron el alto, quien viajaba acompañado de otro sujeto en una camioneta Expedition , modelo 2017, les comenzó a disparar, por lo que al repelar el ataque el hombre falleció.
“Me lesionó a mí y a otro compañero mientras el tercer policía salió ileso, nos trasladaron al hospital del ISSEMYM donde estuve más de diez días internado, me perforó el pulmón y la bala salió por la espalda, mientras a mi compañero le lesionó el hombro y le voló parte de la oreja”, explicó mostrando las marcas de las heridas en su cuerpo.
Indicó que cuando lo dieron de alta fue procesado por el asesinato del malhechor, por lo que junto con el otro uniformado fueron trasladados al penal dé Chiconautla.
“No tuvimos apoyo de la corporación policiaca, nos dejaron morir solos, a pesar de que lo hice en cumplimiento de mi deber, porque si no los muertos seríamos nosotros, pero mi compañero salió pasando el mes y yo me quedé preso, los licenciados que llevaban el caso en ese tiempo no realizaron bien los trámites y fui sentenciado, pero al apelar nuevamente me dejaron en libertad salí absuelto de culpa, porque yo me encontraba cumpliendo con mi trabajo y al defenderme salí perjudicado”, aseveró.
Precisó que durante el periodo que estuvo tras las rejas, perdió todo, e inclusive tuvo que vender su casa para solventar los gastos de su proceso, sin que el director de lo que se llamaba Seguridad Pública, que en esa época era Carlos Floro Ortega Carpinteyro, quien junto con quien fuera el alcalde interino, Indalecio Ríos Velázquez, no brindaron el apoyo que merecía como elemento de la corporación policiaca.
El esposo y padre de cuatro hijos expresó que sufrió mucho al dejar sola a su familia y enfrentar el no ver crecer a sus hijos al estar encarcelado, quienes tuvieron que padecer el sufrimiento de encontrarse solos y sin su apoyo y se tuvieron que quedar sin nada, por vender todo para ayudarlo y obtuviera su libertad.
Fue hasta el 22 de febrero del año 2016, tres años con dos meses después, que Cirilo, de 45 años de edad, salió libre y absuelto del delito que se le imputó, y con la esperanza de que todo volviera a la normalidad y empezar desde abajo pensó que lo reinstalarían nuevamente en su cargo de oficial de la policía.
Detalló que dos días después de estar libre, buscó al actual alcalde, Ríos Velázquez, a quien le pidió apoyo para que le devolvieran su trabajo, pero este no le dio importancia y solo le indicó se canalizará al área de jurídico, y de ahí tras traerlo vueltas y vueltas, lo enviaron a la Comisión de Honor y Justicia.
“Le dije a los elementos que necesitaba me reinstalarán y les mostré el documento de la resolución de donde salí libre de cargos y les advertí que de no hacerlo los iba a demandar, porque nunca me habían notificado que había sido dado de baja porque me argumentaban había sido en el 2013, pero yo estaba preso y no recibí nada de notificación “, recalcó.
Señaló, que fue hasta el mes de septiembre que le indicaron si lo reinstalarían, pero sin pagarle sus sueldos caídos, hecho que primeramente no aceptó.
Viendo la necesidad por lo que está atravesando, al no contar ya con un hogar para vivir y pensando en sacar adelante a sus hijos, insistió en que aceptó ser reinstalado.
“Fui ingenuo y para que no procediera a demandar, me dieron los requisitos de los documentos que tenía que llevar para ingresar nuevamente, pero me dijeron que confiara y que firmara la notificación de mi baja, y pues confíe en ellos, la firme ya que me indicaron que ya que tuviera los documentos los llevara para poder iniciar a trabajar”, platicó.
Así recalcó procedió a sacar toda la documentación certificada que le pidieron y al pasar los meses no quisieron devolverle su empleo, con el argumento de que ya había sido de baja desde años atrás.
“Solo me utilizaron para que firmará el oficio de notificación de baja, y dejaron que se me pasara el plazo que es de 15 días para levantar mi denuncia, porque me traían dando vueltas, hasta inclusive, el actual titular de Seguridad Ciudadana y Vial, Arturo Centeno, me dijo que lo que él podía hacer era recomendarme para que entrara a trabajar como guardia de seguridad privada y eso lo vi como una burla hacia mí, que solo cumplía con mi trabajo al momento de que resulte herido y eso no lo ven así”, denunció.
Cirilo relató que ante esta situación también se presentó al área de Atención Ciudadana de gobierno del estado, solicitando a través de un escrito dirigido al gobernador pidiéndole apoyo, pero solo le contestaron que cada municipio se regia por sus leyes y que en esta localidad tenía que verificar su queja.
Ante este hecho, inició su demanda en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo de la entidad, donde no le han dejado ampliar su declaración, porque ahí le indicaron que su denuncia no puede proceder por no hacer su queja en el plazo que se determina para hacerlo, bajo el argumento que tenían informes que había sido dado de baja en el octubre del 2013.
Por lo que solicito de un amparo para la revisión y validez de su demanda con un magistrado de la Sala Regional Administrativo, en Naucalpan, donde espera lo ayuden para que proceda, esto ante el engaño del que fue víctima.
Cirilo, quien sólo cumplía con su labor, no ha recuperado su vida normal, enfrenta las secuelas de las heridas de bala que le rompieron una costilla y perforaron uno de sus pulmones.
Platicó que a pesar de que en el reclusorio aprendió el oficio de peluquería, hoy le prestan unos cuartos para vivir en la colonia Jardines de Morelos, después de vender su casa ubicada en Tecámac, no tiene un trabajo estable, a veces ruletea un taxi que le prestan y se dedica al comercio.
“Es decepcionante que para la corporación para la que trabajé más de 12 años, en ese momento del percance, me dio la espalda y sé que durante casi un año mi sueldo fue cobrado por alguien de ahí, porque la notificación de mi baja según fue en octubre del 2013, aunque me engañaron y a penas la firmé hace unos meses, ahora me den la espalda cuando necesito el trabajo, donde me desempeñe con responsabilidad”, narró.
Triste y decepcionado por lo que le hicieron, hoy solo espera que se haga justicia para que sea reinstalado y le paguen sus sueldos caídos así como una indemnización por las lesiones que sufrió al estar en cumplimiento de su deber y por lo cual no recibió un reconocimiento y ningún apoyo de la corporación, y solo le dieron la espalda.
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Post y Contenido Original de : A fondo Edo Mex
Policía de Ecatepec fue baleado, estuvo en prisión y le quitaron su trabajo
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