Por: Carmen Galván.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) hicieron un llamado a las autoridades de Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), así como a Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, para que se les incluya en la definición de los nuevos criterios para Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Así lo informaron en una carta firmada por 143 investigadores, la cual se publicó en los canales de comunicación oficiales de la UAQ.
En el documento, los firmantes señalaron que se siguen observando rezagos en el desarrollo científico y tecnológico del país, debido a la poca claridad de la políticas públicas hacia el sector.
“Lamentablemente, el desarrollo científico y tecnológico en México continúa observando serios rezagos derivados de la falta de claridad en las políticas relacionadas con el sector. Las y los investigadores de la Universidad Autónoma de Querétaro, consideramos que existen escasos e ineficientes canales de comunicación entre la comunidad científica y las autoridades del CONACYT”; precisaron en la carta.
Mencionaron que consideran que los canales de comunicación con las autoridades federales es escasa e ineficiente, lo que ha impedido construir el camino que consolide el crecimiento científico que actualmente exige la sociedad mexicana.
Asimismo, ante una ola de desinformación con la modificación de los normatividad del SNI, pidieron claridad y transparencia en el proceso, así como que se les incluya.
“Exhortamos a las autoridades del CONACYT a que, de forma abierta y transparente, se aclare y se lleven a cabo los procedimientos evaluativos que marca la normatividad del SNI entre la comunidad científica del país y, sobre todo, que se nos tenga en cuenta y se nos consulte para que, en armonía, definamos los nuevos criterios que regirán al Sistema Nacional de Investigadores”; puntualizaron.
Por último, consideraron que ante la situación que se vive a nivel mundial, las autoridades deben apoyar por igual a investigadoras e investigadores, de instituciones públicas y privadas, pues el no hacerlo debilita aún más “el ya de por sí pobre sistema científico mexicano”.