Naciones Unidas, 7 Ago (Notimex).- La cifra de defensores de los derechos humanos asesinados en 2016 se duplicó respecto de dos años antes, para sumar 281 homicidios, de los cuales la mitad correspondió a activistas en pro de los derechos de los pueblos indígenas, alertó hoy Naciones Unidas.
En un comunicado conjunto, varios expertos de la ONU en el tema indígena reportaron que se registraron estos crímenes en 25 países, y que la mitad de las 281 víctimas eran personas que trabajaban para defender los derechos indígenas, de la tierra y el medio ambiente.
La declaración, emitida por el Foro Permanente de la ONU sobre Cuestiones Indígenas, el Mecanismo de Expertos de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y el Relator Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas, destacó la seriedad del problema contra estos defensores.
“Los individuos y las comunidades que se atreven a defender los derechos indígenas se encuentran etiquetados como obstáculos para el progreso, fuerzas contra el desarrollo y, en algunos casos, como enemigos del Estado o terroristas”, señalaron.
Añadieron que en muchos sentidos la situación para los pueblos indígenas en el mundo ha empeorado en los últimos años, como queda ilustrado por la cifra de asesinatos de los defensores de estas comunidades, que de por sí trabajan en condiciones extremas y de alto riesgo.
El comunicado fue emitida a dos días de que se conmemore la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, el primer documento internacional que reconoce las prerrogativas de las comunidades de habitantes originarios.
Los expertos afirmaron que “una década después, tenemos que reconocer los grandes desafíos que persisten. En demasiados casos, los pueblos indígenas se enfrentan ahora a luchas y violaciones de los derechos aún mayores que hace 10 años”.
Destacaron que los pueblos indígenas son arrastrados cada vez más a conflictos sobre sus tierras, sus recursos y sus derechos, además de que sufren racismo, discriminación y acceso desigual a los servicios básicos, incluida la sanidad y la educación.
“Los pueblos indígenas enfrentan desafíos particularmente agudos debido a la pérdida de sus tierras y derechos sobre los recursos, que son pilares de sus medios de subsistencia e identidades culturales”, resaltaron.
Los expertos de la ONU también aseguraron que las mujeres indígenas enfrentan incluso una doble discriminación, tanto por su condición de género como por pertenecer a pueblos originarios.
Precisaron que no obstante la situación de violencia a la que se enfrentan los pueblos indígenas, la Declaración de la ONU impulsó cambios positivos en las comunidades originarias, entre las que destaca un mayor respeto por las cosmovisiones de estas comunidades.
Llamaron a todos los Estados para que cierren la brecha entre las palabras y la acción, y para que actúen a fin de promover la igualdad y los derechos plenos de todas las personas de origen indígena.