Murilo Kuschick[1]
El presidente López Obrador dice no tener enemigos, sino adversarios, y no pretende darles tregua ya que, según él, su gobierno es atacado todos los días por medios de comunicación mediante distintas campañas como son los bots (diminutivo de robots y trolls (del noruego troll).
Los bots son programas de cómputo que sirven para enviar o reproducir un mensaje hacia un número determinado de correos. Esto evita la terrible labor de estar mandando de manera manual cartas, correos, comunicaciones y mensajes a un número determinado de usuarios de cuentas de Internet, esto significa que se puede utilizando bases de datos o algoritmos de redes sociales o de consumidores de información como Facebook, Instagram Twitter o You Tube; mediante estos mecanismos los que apoyan o los que aborrecen a López Obrador están haciendo campañas de información o de desinformación mediante las fake new(patrañas o paparruchas, los términos que se pueden usar en español).
Ya lo trolls, (troles, en español). Los troles son más bien aquellas personas que crean las noticias falsas o las discusiones o ataques que luego serán difundidas por las redes sociales y mediante bots o que simplemente provocan a otros usuarios, con comentarios ofensivos o con notas o mensajes intimidatorios hacia a otros personajes.
Esto pasa fundamentalmente en Twitter, en donde se puede generar campañas en contra de un personaje como el propio presidente o en contra de alguno de sus detractores, como ha sido el caso últimamente de Denisse Dresser, Lydia Cacho hasta la misma Carmen Aristegui, por lo tanto son las redes sociales son hoy por hoy un lugar para enfrentamientos entre personas y grupos de personas o campañas difamatorias que son pagadas o que se originan en empresas de consultoría o de marketing digital y se hacen con intenciones de generar corrientes de opinión y de influir en los comportamientos, por lo tanto, los medios de comunicación se han transformado y hacen posible y viable las teorías de la comunicación que plantean la capacidad de los medios para influir y guiar a las conductas de los individuos y de formar grupos.
Sin embargo, el enemigo predilecto de López Obrador ha sido el neoliberalismo, o finalmente el liberalismo, una corriente que fuera muy respetable hasta el siglo XIX y mediados del siglo XX, cuando la crisis de los años 30 hizo que el liberalismo fuera sustituido por opciones más drásticas como nacionalsocialismo hacia la derecha el comunismo a la izquierda y el populismo, muchas veces de derecha, como Perón en Argentina o Lázaro Cárdenas en México, Getulio Vargas en Brasil.
En términos generales el liberalismo y el neo liberalismo es una ideología que plantea una de las importantes disyuntivas de la sociedad moderna, pues esta se plantea la trilogía igualdad, libertad y fraternidad, talvez esta última pudiera haber su importancia mientras que las dos siguen siendo el ámbito central de la disputa entre libertarios e igualitarios; sin embargo, el discurso de López Obrador la ha colocado en una posición importante, ya que su ética religiosa plantea que las clases bien sucedidas deben apoyar a los grupos menesterosos, esto es un planteamiento religioso. De ahí que pida limosna para aquellos que ganan más y tienen mejores salarios y que ellos se sacrifiquen por los demás.
¿Ahora bien en qué sentido es el liberalismo o su defecto el neoliberalismo el principal enemigo de López Obrador?
El liberalismo al plantearse una sociedad de individuos libres va a proponer una disminución de la acción del gobierno y del gasto público, las ayudas y los subsidios para las mayorías y para los pobres. Así el neoliberalismo hubo a bien disminuir el gasto público apoyar la inversión privada. Sin embargo en un país como México el neoliberalimso que se hace gobierno a partir de la administración de De la Madrid, se deshace de todo el lastre de una enorme estructura burocrática y de empresas estatales. Esta estructura burocrática, el ogro filantrópico, en términos de Octavio Paz, además de ser ineficiente, robusto era principalmente represivo, controlador y amenazaba de manera selectiva a sus supuestos o reales enemigos, y se puede dudar de los supuestos beneficios que introdujo y logró el paradigma neoliberal, ya que el mercado es ampliamente selectivo y suele mediante la competencia y la búsqueda de la eficiencia y de la eficacia deja a fuera a todos aquellos que no se encuentran capacitados o poseen una mercancía suficientemente interesante, comercializable y novedosa para el mercado capitalista y global. Por lo tanto el modelo neoliberal al aplicarse en México o América Latina tiende a aumentar la brecha existente entre aquellos que se encuentran incorporados, capacitados y que poseen las habilidades que son requeridos por la sociedad y el mercado. De ahí que los pobres o todos aquellos que carecen de los conocimientos y de las habilidades para enfrentar a este mercado serán hechos a un lado.
El modelo populista o popular que propugna López Obrador busca colocar los “pobres” como la columna vertebral de su gobierno, cosa que fue aceptada y asumida por las clases medias que finalmente le dieron la victoria al actual presidente, pues sin su apoyo la victoria tal vez fuera posible pero no tan holgada, lo que ha posibilitado no sólo su liderazgo, sino también un apoyo mayoritario en el Congreso.
Si el neoliberalismo su piedra angular son las igualdades, en el caso de los programas populista o de índole popular, ya que no necesariamente López Obrador pueda ser nombrado populista, ya que esto lo hermanaría con casi todos los gobierno del PRI y del propio PAN que se han apoyado en programas sociales que buscan paliar y disminuir la pobreza.
¿Entonces si todos tienen o hacen programas populares para disminuir la pobreza, porqué la disputa con él? Por un lado, está la lucha por el poder y López Obrador les arrebató el poder de la misma forma que hiciera Lula en Brasil, Chávez en Venezuela o Kirchner en Argentina y esto es imperdonable y ahí encontramos uno de las aristas de la disputa, que muy probablemente sea el problema central entre López Obrador y aquellos que ahora él nombra como conservadores.
López Obrador fue un opositor tenaz que criticaba todas las conductas de sus contrincantes y qué cómo todo político lenguaraz planteaba que resolvería como Fox había dicho el problema del neozapatismo en quince minutos, López no ha dicho esto, pero ha asumido la capacidad que no ha mostrado de resolver los ancestrales problemas políticos y sociales de México en tiempo récord y de ser ahora un optimista, lo que es propio de un gobernante, pero hace que todo se envuelva en un manto ideológico y que esto hace que sus disputas se vean más como una cortina de humo, pues las soluciones que se plantean y se buscan encontrar, como acabar la corrupción y finalizar la pobreza no se logra de una hora para otra.
Lo que determina estos diarios enfrentamientos en las conferencias de prensa matutinas en donde a cada cuestionamiento de parte de algún reportero lo lleva a digresiones interminables sobre la bondad, los resultados y lo feliz que son todos los mexicanos, pueblo sabio, disciplinado, políticamente consciente y un largo etcétera.
Cuándo sus programas son finalmente un gran reparto de dinero y uno redistribución del ingreso que cuando fallen o disminuyan las fuentes de los mismos, ya no habrá posibilidades de seguir redistribuyendo que por muy justa que sea esto ha significado no sólo el descabezamiento y sino la desaparición del Estado, su reducción y los recortes en áreas prioritarias como salud, educación, con tal de lograr que su programas sociales que muestran fallas y que a veces no llegan exactamente a las masas y a los grupos marginados por él seleccionados, hace que las disputas con sus adversarios se vuelvan sus enemigos.
[1] Profesor- Investigador, Departamento de Sociología UAM-Azcapotzalco, [email protected]