Miles de manifestantes participan este sábado en Estados Unidos en defensa de los derechos de las mujeres y contra el gobierno de Donald Trump, aunque esta tercera edición de la Marcha de las Mujeres está marcada por divisiones ante acusaciones de antisemitismo.
El viernes, había habido otra manifestación, celebrada en Washington y bautizada como “Marcha por la vida”, a la que sumaron su apoyo el presidente de EEUU, Donald Trump, y el vicepresidente, Mike Pence, para recalcar que “toda vida tiene sentido”.
“Cuando miramos a los ojos de un niño recién nacido, vemos la belleza, el alma humana y la majestuosidad de la creación de Dios. Sabemos que toda vida tiene sentido”, señaló Trump, por sorpresa, en un mensaje transmitido en la pantalla gigante instalada en la Explanada Nacional de la capital estadounidense.
Muchos de los participantes de la “marcha de mujeres” del sábado, en Nueva York, llevaban gorros rosa, emblema del movimiento. Se esperan marchas en otros puntos del país, en particular Nueva York y Los Angeles, en víspera del segundo aniversario de la investidura de Trump.
En 2018, las marchas reunieron a más de 500.000 personas, incentivadas por los movimientos #MeToo y Time’s Up contra el acoso y la violencia sexual.
Para marcar estos “dos años de resistencia a la presidencia de Trump”, los organizadores llamaron a una “ola” de manifestaciones, en momentos en que un número récord (131) de mujeres resultaron elegidas al Congreso en los comicios de medio mandato de noviembre último.
El movimiento “comenzó como una manifestación contra Donald Trump pero ahora es más para que se reconozcan los problemas que enfrentan las mujeres en el mundo”, dijo a la AFP Ann-Carolyn, de 27 años.
En Nueva York, Leah Maguire, de 36 años, dijo que participaba en la marcha “por mis hijos y su futuro”.
“Desde su nacimiento, cada vez es más evidente que estamos condenados si no cambiamos”, agregó.
Fisuras
Para Kelly Rosser, la marcha es en oposición al gobierno de Trump, que “representa tantas cosas contra las que luchamos: la discriminación de las minorías, la política antimigratoria y antirefugiados o la marginación de la comunidad LGBTQ”.
Este año, no obstante, la unidad del movimiento sufrió fisuras tras acusaciones de antisemitismo contra varios de sus responsables.
Tamika Mallory, una de las co-presidentas de la marcha, participó en un mitin del líder del movimiento “Nación de Islam”, Louis Farrakhan, de posiciones antisemitas.
La militante palestino-estadounidense Linda Sarsour, otras de las copresidentas de la organización, rechazó las acusaciones al asegurar que el propósito del movimiento es “combatir el fanatismo y la discriminación en todas sus formas, incluyendo la homofobia y el antisemitismo”.
Pero el disenso llevó a varias mujeres a unirse a “March On”, una organización paralela, que este sábado marchaba por separado.
“Me parte el corazón”, dijo Ann-Carolyn, quien agregó que no compartía “los valores de las fundadoras” de la “Marcha de las Mujeres”.
Para Nikki Leger, una neoyorquina de 63 años, las divisiones son inevitables en un movimiento tan amplio y lamenta que los disensos “den pasto a la derecha”.
En Nueva York, la musa del ala izquierda del Partido Demócrata, Alexandria Ocasio-Cortez, participó en ambas manifestaciones para dar una señal de unidad.
“Resistencia judía”, una organización de judíos progresistas, participa en la “Marcha de las Mujeres” de Nueva York, para rechazar las acusaciones de antisemitismo.
“Es una forma de mostrar que queremos un movimiento fuerte y unido”, aseguró Beth Miller, del grupo Jewish Voice for Peace (Voz Judía por la Paz).
Cyril Julien y Catherine Triomphe en New York para AFP
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Source: Infobae