La duquesa de Sussex, es decir, Meghan Markle, desde que asumió su puesto, e incluso antes, ha sido invadida por las prensa y los titulares. Y sí, le hemos buscados diferentes contradicciones que se producen en el mundo de la corona real y el feminismo que profesa, los enemigos abierto que posee y una de las primeras normas de vestimenta que acaba de romper.
Es que es difícil negar lo sabroso de esta historia: La plebeya de Hollywood que ahora es parte de la nobleza británica.
En su reciente aparición, Meghan acaba de dar una dura respuesta a sus críticos.
Esto fue lo que usó la duquesa cuando se presentó con su título nobiliario por primera vez.
Sus medias se llevaron la atención del mundo. Es que, como ya lo veíamos venir, los estándares y normas de la monarquía transformarían a Meghan en una…¿Cómo decirlo? ¿Mujer anticuada?
Supongo que eso es lo que Meghan no quería trasmitir y algunos ya decían que había sido duchessified, o duquificaza (es decir, convertida en duquesa).
Y si vemos sus fotos de plebeya, algo de razón tienen estos comentarios.
Pero como dije anteriormente, en el evento que acaba de aparecer, les dio un golpe bajo a sus detractores y, en parte, a la misma anticuada monarquía real.
Durante el Desfile del estandarte, celebración militar que se remonta a 1748, con la reina Isabel II y todo el el séquito real, y el desfile por el cumpleaños número 92 de la reina, Meghan decidió enseñar sus hombros en un hermoso vestido rosa de la diseñadora Carolina Herrera.
Miren esos hombros por favor.
Esto se podría traducir en una cosa: A Meghan no la van cambiar unos mojigatos de la realeza (Lo dije).
Y obvio, que esto es un mensaje directo a los que dijeron que la habían cambiado.
No, no, no, el juego de Markle recién comienza.
Source: UPSOCL