El presidente de Francia, Emmanuel Macron, abogó este lunes a favor de una Europa más unida y capaz de asegurar su propia defensa en un discurso sobre política exterior ante la comunidad diplomática en París.
En una alocución fuertemente proeuropea, Macron llamó a la creación de una defensa europea autónoma, liberada de la tutela estadounidense, una condición previa para que el Viejo Continente pueda desempeñar un papel en la reforma del orden mundial.
“La seguridad de Europa no puede depender solamente de Estados Unidos, somos nosotros los que debemos garantizar la seguridad europea”, declaró Macron ante 250 embajadores, diputados y senadores franceses.
En este sentido, el mandatario francés propuso lanzar una “reflexión exhaustiva” sobre estos temas con “todos nuestros socios europeos”, incluyendo Rusia.
Añadió no obstante que para que haya “avances reales con Moscú” se necesitan “progresos substanciales sobre la resolución de la crisis ucraniana y el respeto del marco de la OSCE” (Organización para la seguridad y la cooperación en Europa).
“Pero esto no debe impedirnos desde ahora trabajar entre europeos”, apuntó.
Sobre la crisis migratoria en Europa, Macron dijo que la única manera de controlar los flujos migratorios es impulsar una política europea coordinada.
Criticó además a Italia y Hungría, países a los que tachó de “oportunistas” ya que, dijo, se benefician de las ayudas de la UE, pero se niegan a cumplir con sus obligaciones en materia migratoria.
No obstante, admitió que la llegada al poder en Italia de una coalición de derecha, liderada por la ultraderechista Liga, se produjo por la “ausencia de solidaridad” de la Unión Europea ante la crisis migratoria.
“Pero esto, agregó, no justifica los discursos xenófobos”.- Un error ‘funesto’ –
Sobre la guerra en Siria, que ha dejado en siete años más de 350.000 muertos, el presidente francés estimó que la continuidad de Bashar al Asad en el poder sería un “error funesto”.
“Vemos bien a quienes quisieran regresar a la normalidad una vez que se termine la guerra contra Dáesh (acrónimo árabe del grupo yihadista Estado Islámico): Bashar al Asad permanecería en el poder, los refugiados (…) regresarían y Europa y algunos otros ayudarían con la reconstrucción”, detalló.
Pero “ese escenario sería un error funesto”, agregó el mandatario francés, quien advirtió que el régimen de Asad “no ha mostrado hasta ahora ningún deseo de negociar una transición política”.
Debemos “reforzar la presión sobre el régimen y sus aliados y sobre este tema espero mucho de Rusia y Turquía, tomando en cuenta sus roles y los compromisos que han tomado”, añadió.
En su discurso de una hora y media, Macron no habló sobre la crisis política, económica y migratoria en Venezuela, país que está viviendo un éxodo masivo de población que huye de la pobreza, la hiperinflación y la escasez de artículos de primera necesidad.
En su primer discurso ante la comunidad diplomática el año pasado, el presidente francés había calificado al gobierno de Nicolás Maduro de “dictadura”, una declaración que había sido condenada por Caracas y que había supuesto un endurecimiento de su postura ante el gobierno venezolano.
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