En un hecho inédito, tras el empate ante Santos, los jugadores de los Pumas de la UNAM se despidieron de la afición, pero dieron la espalda a la Rebel. Lo anterior se debe a un reclamo tras los reproches que algunos barristas realizaron al equipo, a media semana. El único que sí dio la cara a la barra universitaria fue el futbolista Javier Cortés, de Santos, quien se colocó de frente a los de la zona del Pebetero en el Estadio Olímpico Universitario. Debido a los reclamos y para no recibir agresiones, la directiva auriazul decidió no mandar al equipo en el autobús oficial, sino en uno rentado. leer más
Source: El Gráfico