Desde las primeras protestas en Damasco, Daraa y otras ciudades en 2011, que derivaron en un levantamiento generalizado contra el régimen de Bashar al Assad, la guerra civil en Siria se ha complejizado cada vez más con múltiples facciones e intervenciones internacionales y sin un fin próximo tras siete años de combates que han dejado cientos de miles de muertos.
Pero lo que se ha mantenido constante es la voluntad de Al Assad de retener el poder a toda costa, para lo cual nunca dudó en masacrar a su propia población en los enclaves que aún retienen los opositores, y mucho menos en el uso de despiadadas armas químicas.
El sábado tuvo lugar el último de estos ataques causó al menos 70 muertos, en su mayoría mujeres y niños, y cientos de heridos en Duma, un bastión rebelde en las afueras de Damasco.
Las brutales imágenes del más reciente ataque sobre Duma
Las organizaciones humanitarias que operan en la región relataron como “familias enteras” que había corrido a refugios antiaéreos y bodegas para protegerse de los incesantes bombardeos murieron asfixiadas luego de que un helicóptero del régimen comenzara a lanzar bombas barril cargadas de tóxicos.
Aún no se sabe cuál fue la substancia utilizada esta vez, pero en el pasado Damasco lanzó numerosos ataques con gases cloro y mostaza, así como con el agente nervioso Sarín, sobre los civiles, un crimen de guerra condenado tanto por el Protocolo de Ginebra de 1925 como la Convención de Armas Químicas (CWC) de 1993, ambas firmadas por el gobierno sirio.
A continuación, una lista de los ataques más mortíferos desde el inicio de la guerra.
2013 – Guta Oriental – Sarín
En agosto de 2013, a casi dos años del comienzo de la guerra, el gobierno sirio utilizó gas Sarín en el enclave de Guta, en las afueras de Damasco, durante un ataque nocturno.
Los testigos describieron el sonido como de un “tanque de agua explotando” y luego sintieron un “fuerte olor, que quemaba los ojos y las gargantas, como si fuera a cebollas y cloro”, según reconstruyó el New York Times.
El agente fue lanzado con cohetes cuya ojiva se rompía al tocar el suelo, liberando el gas. Murieron entre 281 y 1700 personas, según diferentes estimados, y 3.600 personas fueron atendidas por exposición a neurotóxicos, informó la ONG Médicos sin Fronteras.
El ataque fue condenado en todo el mundo y la administración del entonces presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, denunció la “matanza indiscriminada de civiles” y el “crimen cobarde” de Al Assad.
Pero Obama había hecho en 2012 su famosa advertencia sobre una “línea roja” que el régimen no debía cruzar utilizando armas químicas, y cuando Damasco lo hizo y no recibió una respuesta clara de Washington, su gobierno fue blanco de fuertes críticas.
Entonces Rusia, aliado de Siria, intercedió anunciando un acuerdo para que Damasco destruyera su arsenal de armas químicas. Pero eso no pasó.
2014 – Kafr Zita – Cloro
Desde el ataque en Guta Oriental se sucedieron varios reportes, pero ninguno pudo corroborarse ni se hallaron víctimas. Pero un año después el pueblo de Kar Zita, bajo dominio rebelde, sufrió un ataque con gas cloro que causó la muerte de tres personas e hirió a cerca de 100.
Según la Organización para la Prohibición de Armas Químicas, dependiente de la CWC, el agente utilizado fue el cloro, lanzado desde helicópteros sirios mediante la cruda técnica de las bombas barril.
2015 – Sarmin – Cloro
En marzo de este año las calles de Sarmin, en el noroeste del país, se llenaron de olor a lejía. Se había cumplido un año del plazo que Rusia había acordado con el régimen sirio para la destrucción de sus arsenales.
Una vez más se utilizaron bombas barril, que se abren al chocar contra el suelo y liberan el gas cloro que daña el sistema respiratorio y ahoga hasta la muerte al llenar los pulmones de agua.
Seis personas murieron, miembros de una familia cuya casa fue golpeada por la bomba, y 30 resultaron heridas, algunas de gravedad.
Los médicos en la ciudad determinaron que habían muerto por exposición al cloro y que éste había sido lanzado por un helicóptero, indicando que se trataba del régimen. “Nadie más tiene aeronaves aquí”, dijo en su momento un trabajador de la ONG Los Cascos Blancos al New York Times.
2016 – Aleppo – Cloro
Al menos tres personas murieron y cuatro resultaron heridas en otro ataque con gas cloro en un barrio de Aleppo controlado por la oposición.
2017 – Jan Shijun – Sarín
El gobierno de Bashar al Assad volvió a usar el letal agente nervioso en un ataque sobre la ciudad de Jan Shijun, en el norte de Siria.
Murieron entre 70 y 100 personas y cerca de 500 resultaron heridas, según diferentes estimaciones.
Desde el inicio del ataque los médicos sospecharon que se trataba de algo más que cloro, y el ministerio de Salud de Turquía confirmó que se trataba de Sarín tras analizar la sangre y orina de las víctimas evacuadas a ese país.
El presidente de los Estados Unidos, Donald trump, ordenó en represalia un ataque con 59 misiles de crucero Tomahawk sobre el aeródromo de Al Shayrat, desde donde la fuerza aérea siria condujo el ataque.
En tanto el mandatario ruso, Vladimir Putin, negó responsabilidad de sus aliados y apuntó en cambio contra los insrugentes.
2018 – Duma – Agente químico desconocido
El último ataque golpeó con dureza el bastión rebelde en Duma, en las afueras de Damasco, donde al menos 70 personas murieron y cientos resultaron heridas.
Las ONGs Defensa Civil Siria y Sociedad Médica Sirioamericana reportaron, “síntomas indicativos de exposición a un agente químico” cuyos síntomas incluían “dificultada para respirar, espuma en la boca, ojos irritados y olor similar al cloro”.
Las imágenes impactantes de las víctimas, en su mayoría mujeres y niños, recorrieron el mundo y el presidente Trump hizo responsables a Rusia e Irán por su apoyo al “animal” de Al Assad.
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Source: Infobae