Año 1983, la policía detiene a una pareja en la frontera de Estados Unidos con Canadá. Junto a su hijo de 10 años, salen del coche mientras los agentes registran el vehículo. El día acaba con una multa de 12 mil dólarespor tratar de “pasar” 10 huevos de Kinder. Sí, en Estados Unidos puedes tener una escopeta, pero cuidado con tener un huevo de chocolate.
Para aquellos que no lo sepan, el producto básicamente es un chocolate en forma de huevo con “sorpresa” en su interior que se distribuye en Europa, parte de Sudamérica y Canadá. La compañía que los hace es Ferrero, mismos fabricantes de Nutella.
Se calcula que Ferrero vende más de 1.500 millones de estos huevos al año, pero ninguno en Estados Unidos, país donde los chocolates son ilegales. ¿Por qué? Porque rompen una norma enmarcada en la Ley de Alimentos, medicamentos y cosméticos tipificada en 1938 donde se prohíbe cualquier tipo de alimento “con objetos no nutritivos en su interior”.
El acta fue redactada en su momento para proteger al público de los fabricantes sin escrúpulos, a veces simplemente negligentes. La ley surgió como respuesta a varios casos de envenenamiento, siendo uno, el conocido como el Incidente del Elixir de Sulfanilamida que causó la muerte de más de 100 personas (la mayoría niños), el más grave de todos.
Dicho elixir era un preparado del medicamento Sulfamida, aunque un preparado de forma inadecuada que causó una intoxicación masiva. En 1937, el químico y farmacéutico, Harold Watkins, creó una preparación de sulfanilamida con dietilenglicol (DEG) como disolvente. El DEG es venenoso para los humanos, pero Harold (quién trabajaba para Massengil Company), no fue consciente de ello.
El hombre se limitó a añadir saborizantes de frambuesa a la sulfamida que había disuelto en DEG y la empresa posteriormente comercializó el producto. El resultado fue la muerte de más de 100 personas y la posterior aprobación de la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos de 1938. Por cierto, Watkins acabó suicidándose al enterarse de que su error había resultado letal.
Entre otras cosas, la Ley exigía que, por primera vez en la historia de Estados Unidos, los fabricantes de fármacos demostraran a la FDA que eran razonablemente seguros antes de que pudieran ser comercializados al público, estableciendo normas sobre cómo deberían estar empaquetados los productos y especificados claramente si fuera necesario como “ciertas sustancias venenosas” añadidas a los alimentos y bebidas.
La ley y el huevo de Kinder
¿Y eso que tiene que ver con Kinder y sus huevos? Pues que la ley también incluyó una pequeña sección que prohíbe explícitamente la venta de cualquier confitería que contenga alcohol (excepto en cantidades limitadas, ya que un número asombroso de cosas que todos comemos todos los días realmente contienen trazas de alcohol) y la prohibición de cualquier producto consumible que:
Haya incorporado parcial o totalmente cualquier objeto no nutritivo, salvo que este párrafo no se aplicará en el caso de cualquier objeto no nutritivo si, a juicio del Secretario, tal como lo establece la reglamentación, dicho objeto tiene un valor funcional práctico para el producto y no hiciera al producto dañino o peligroso para la salud.
Como decíamos al comienzo, los huevos de Kinder son esencialmente una cáscara de chocolate, en forma de huevo, que contiene otro huevo de plástico duro en su interior, dentro del cual viene un pequeño juguete. Según la FDA, “el juguete no sirve como valor funcional práctico para la confitería”, por lo que ha sido considerado como perjudicial (específicamente como un peligro de asfixia).
Obviamente, esto nos puede parecer un poco extremo. En Europa no parece que mueran todos los días niños por culpa del huevo de Kinder (aunque a lo largo de su historia desde 1974 han existido casos de muerte). En cambio, el número de pequeños que se asfixian por un simple caramelo duro es probablemente más elevado, y nadie pide que sea ilegal. Además, en los países donde se comercializa, Kinder advierte en su etiquetado que no es apto para menores de 3 años porque “las partes pequeñas podrían ser ingeridas o inhaladas”.
Mars, Kinder y Nestle
La ley ha sido impuganada en varias ocasiones. Sin ir más lejos, por Nestlé. En 1997, la compañía introdujo un producto llamado Nestle Magic, básicamente, una versión de un huevo de Kinder. Cuando Nestlé se preparaba para lanzar el producto, la FDA les notificó explícitamente que era ilegal bajo la famosa ley que también prohibía a Ferrero.
Sin embargo, Nestlé no estaba de acuerdo, y señaló que el producto era completamente seguro. Su posición fue respaldada por un informe de la Consumer Product Safety Commission que determinó que no era un peligro de asfixia.
Nestlé llevó el caso al Congreso, tratando de hacer que redactaran un proyecto de Ley que legalizara el producto. En ese momento apareció Mars, enemigo número uno de Nestlé, para declarar que el producto era preocupante para el público infantil y, por tanto, peligroso. Nestlé tuvo que dar su brazo a torcer y se vio obligado a sacar el producto del mercado.
Quizás por ello, Kinder (y sus huevos) jamás ha intentado legalizar su situación en el país. Es curioso, por culpa de esta ley se ha dado lugar a un pequeño mercado negro de huevos de Kinder. La noticia con la empezábamos, la pareja que tuvo que pagar una multa por “pasar” los huevos, es totalmente real. De hecho, los agentes de aduanas de los Estados Unidos señalan que ha ido en aumento los intentos por llevarlo a suelo estadounidense.
Por cierto, la Unión Europea aprobó una ley similar en el año 2008 donde se prohibía rellenar alimentos con objetos que no estuvieran correctamente embalados. Se añadieron dos excepciones. Por un lado, los huevos de Pascua (categoría donde se incluyó a Kinder). Por el otro, el Roscón de Reyes. [Wikipedia, Independent]
http://es.gizmodo.com/la-increible-historia-de-por-que-estados-unidos-no-perm-1798502301