Todos crecimos soñando con ladrillos plásticos.
Tener la posibilidad de crear algo con las propias manos desde tan temprana edad, es sin lugar a dudas uno de los mayores atributos del gigante danés Lego, nacido allá por 1949.
Pero en el contexto actual, en el que los niños se inclinan más por las pantallas y las realidades alternativas creadas por los videojuegos, ¿cómo hacer para que los más pequeños, y aquellos ya no tanto, vuelvan a interesarse por los bloques plásticos?
Crear una copia en tamaño real, además de completamente conducible, del súper deportivo más codiciado del momento puede ser una buena estrategia para generar titulares y sobre todo capturar la atención de muchos que ya no consideraban el ser “arquitecto” de una fascinante miniatura algo completamente increíble.
Una réplica del Bugatti Chiron, con sus características fotocopiadas hasta el último detalle, fue construida por los ingenieros de Lego, parte de una faraónica labor que demandó más de un millón de piezas plásticas y 13.000 horas hombre.
“Este modelo en tamaño real es el primero de su tipo de tantas formas distintas, y con él quisimos empujar los límites de nuestra imaginación” dijo Lena Dixen, vicepresidente senior de producto y marketing para Grupo Kego, en un comunicado.
El experimento tuvo su debut el pasado jueves en el Gran Premio de Monza de la Fórmula Uno. Los responsables detrás de semejante creación tienen credenciales de sobra, ya que entre ellos se encuentran quienes llevaron a la realidad las atracciones de Legoland.
Pero en el caso del “Bugatti” el desafío fue mucho más artesanal y hasta de la vieja escuela, fiel al espíritu del auto en el que fue basado, el cual es construido a mano por artesanos en Molsheim, Francia.
Cada pieza fue conectada mediante herramientas especiales creadas especialmente para el emprendimiento en cuestión. En ninguno de sus ensamblados se ha usado pegamento, algo para destacar si se tiene en cuenta que el equipo utilizó 339 tipos diferentes de Legos.
“Por más de 40 años, Lego Technic ha permitido a fanáticos de todas las edades poner a prueba su creatividad con sistemas de construcción que los desafía a ir más allá de simplemente crear nuevos diseños, sino también ser los ingenieros de nuevas funciones” compartió Dixen.
El vehículo de casi 1.500 kilogramos de peso tiene que recurrir, por razones obvias, a una estructura metálica para resistir el peso de sus componentes, pero esa es una de las pocas piezas no plásticas de todo el auto. Sus llantas son las mismas que lleva el modelo original el cual, dicho sea de paso, alcanza los 420 km/h de máxima.
“Está equipado con spoiler trasero, velocímetro, luces frontales y traseras, además de un volante desmontable y un pedal de freno, completamente funcionales y construidos con elementos de Lego Technic” especifica el comunicado.
Propulsado por más de 2.300 motores eléctricos Lego, el vehículo alcanza los nada despreciables 20 km/h. Como no podía ser de otra forma, su primer piloto fue el ex ganador de Le Mans, Andy Wallace.
“Apenas vi al Lego Chiron, lo primero que me impresionó fue la precisión del modelo y la atención puesta hasta en el más mínimo detalle” dijo la leyenda deportiva.
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Source: Infobae