La Unión Europea ha decidido no reconocer las elecciones en Bielorrusia que dieron el triunfo a Aleksandr Lukashenko, manteniéndolo en el cargo de presidente luego de 26 años, al respecto se pronunciaron varias autoridades de la unión, como Angela Merkel, canciller de Alemania y Charles Michel, presidente del Consejo Europeo.
Al respecto de este tema el presidente Charles Michel declaró al final de la reunión que se realizó este miércoles: “Las elecciones no fueron justas ni libres y no cumplieron los estándares internacionales. No reconocemos los resultados presentados por las autoridades bielorrusas”.
En ese mismo sentido se pronunció la canciller alemana, Angela Merkel, quien dijo: “Las elecciones no fueron justas ni libres y por eso no se puede reconocer el resultado”.
Mientras que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen afirmó: “La gente de Bielorrusia quiere un cambio y lo quiere ahora […] Quieren democracia y nuevas elecciones presidenciales, pues estas elecciones no fueron ni justas ni libres”.
Asimismo anunció que el organismo destinará 53 millones de euros que se destinarán a la sociedad civil bielorrusa, las víctimas de la represión y a la lucha que mantiene el país contra la pandemia por el coronavirus.
Además de esos las naciones europeas han acordado también mantener una postura en común que será la del llamado a la resolución de la crisis mediante el diálogo y sin la mediación de terceros, por lo que los 27 países que integran la Unión Europea se ofrecieron para acompañar la transición mediante un diálogo entre las autoridades y la oposición.
Pero von der Leyen señaló que el cambio tiene que venir de dentro de Bielorrusia, algo en lo que coincidió Michel, quien refirió que “El futuro de Bielorussia tiene que ser decidido por los bielorrusos, no en Bruselas ni en Moscú”, esto en alusión a que uno de los aliados de Lukashenko es precisamente Rusia.
De hecho el domingo se sucedieron dos manifestaciones en la capital bielorrusa, Minks, una fue convocada por el movimiento Belaya Rus, en apoyo de Lukashenko que según fuentes oficiales congregó a seis mil 500 personas.
Posteriormente se dio otra manifestación de simpatizantes de la oposición en la que de a cuerdo a medios locales participaron más de 200 mil personas, congregación que los medios calificaron de la mayor manifestación en la historia moderna de Bielorrusia.