LOS 50, LA GRAN DÉCADA
Decía Emmanuel Carballo que los años 50 fueron la gran década de las letras mexicanas, pues confluyeron relevantes miembros del Ateneo de la Juventud, los novelistas de la Revolución, los estridentistas, los Contemporáneos, las generaciones de Taller y Tierra Nueva, así como los poeticistas.
Fue el decenio en que aparecieron Piedra de sol, de Octavio Paz; El llano en llamas y Pedro Páramo, de Juan Rulfo; La región más transparente, de Carlos Fuentes, y Sonetos de lo diario, de Fernando del Paso, libro que pasó inadvertido, pues Del Paso Morante tendría su primer éxito hasta 1966, cuando José Trigo lo hizo merecedor del Premio Xavier Villaurrutia.
En 1977 vendría Palinuro de México, novela ganadora de cuatro importantes premios internacionales, y en 1987 Noticias del imperio, su magnum opus; novela que lo situaría en el Olimpo de la lengua española y obra donde el autor, ahora fallecido, desplegó todas sus aptitudes y su malicia literaria, libro de esos que dan perfil y proyección internacional a las letras de un país.
JUICIO A TODO DEL PASO
Desde Guadalajara, escribe Juan José Doñán juicios duros, pero no faltos de razones, sobre la actuación y la obra de Fernando del Paso, “buen representante tanto de las virtudes como de las flaquezas de la intelectualidad mexicana”, que, a falta de lectores, “ha recibido como compensación toda clase de beneficios por parte de la cúpula gubernamental”, como ediciones oficiales, becas, viajes, homenajes y premios; lo mismo que ventajosos y cómodos cargos públicos.
Doñán añade que el recién fallecido escritor es más admirado que leído, como lo muestran las escasas ediciones de sus obras. Menos consistentes considera sus piezas teatrales y de sus versos señala que no figuran en ninguna antología de la poesía mexicana.
Su obra ensayística la juzga “a la zaga de su narrativa” y “la faceta de artista visual”, agrega su agudo crítico, “es aún menos relevante”.
En cambio, Doñán considera “muy notable” el libro de memorias de Juan José Arreola que Del Paso recabó y escribió.
CULTURA SE VA A TLAXCALA
Alejandra Frausto, quien será secretaria de Cultura de Andrés Manuel López Obrador, informó que la Secretaría de Cultura instalará sus oficinas centrales en la ciudad de Tlaxcala.
Por lo pronto, Alejandra se llevará únicamente a “20 o 30 personas”, pero anunció que “el despacho de citas” será en aquella ciudad, para que “gente de la comunidad” (escritores, músicos, artistas plásticos, coreógrafos y bailarines, actores y directores de cine y teatro, etcétera) y “promotores culturales visiten el estado”.
De modo que para firmar un contrato, cobrar algún estipendio o arreglar el menor asunto, creadores e intérpretes tendrán que desplazarse los 120 kilómetros que hay de la Ciudad de México a Tlaxcala de Xicohténcatl, o mayores distancias para quienes vivan en el norte, sur y occidente.
Si, como sucede frecuentemente, en el primer intento no pueden cobrar ni arreglar su asunto, tendrán que volver cuantas veces sean necesarias.
Por supuesto, es ocioso llevarse sólo a 20 o 30 personas, lo que fomentará las inevitables duplicidades y complicará aún más los siempre engorrosos trámites burocráticos.
INBA, ALBUR Y “CIENCIA”
La directora del Instituto Nacional de Bellas Artes se despide del cargo con un “diplomado en albures finos”, que en la Galería José María Velasco presenta al “alburólogo” Rusbel Navarro —“diplomado en albures finos” (¿En dónde? ¿En Harvard, en Oxford, la Complutense acaso?)— y al profesor de la UAM (¡!) Juan Antonio Barrera, quien, en su libro Albur y neurociencia, “ofrece una reivindicación científica (sic) de esta forma de expresión tan propia de la identidad mexicana” (¡Órale!) y que, ni más ni menos, “ayuda a prevenir enfermedades degenerativas”; todo, según una nota de Israel Sánchez (Reforma, 21/X/2018).
De modo que el INBA ofrece uno de sus recintos —que se paga con nuestros impuestos— para que estos expertos instruyan a su culto público en el juego verbal que tiene por objeto la sodomización del contendiente o alguna otra forma de sometimiento sexual.
Si existen cantinas, pulquerías, burdeles, prisiones y otros sitios en los que se celebra el albur, alguien deberá explicar por qué la máxima institución cultural promueve esta basura.
BREVIARIO…
Carlos Ornelas presenta mañana su libro La contienda por la educación, obra que comentarán Belinda Arteaga, Gloria del Castillo Alemán, Pedro Flores-Crespo y el autor. La cita es a las 19:00 horas, en la Librería Octavio Paz (Miguel Ángel de Quevedo 115, en Chimalistac). @@@ A los 80 años falleció en la Ciudad de México el investigador literario Jaime Erasto Cortés y Arellano, hijo del grabador Erasto Cortés. Capitalino nacido en 1938, Jaime era licenciado en letras inglesas por la UNAM, donde hizo una larga carrera académica. Preparó y prologó Antología de cuentos mexicanos del siglo XIX, Dos siglos de cuento mexicano XIX y XX, Letras hispanoamericanas de la época de la independencia y El cuento. Siglos XIX y XX. De Manuel Payno a José Agustín. Nos deja el libro Del gusto y la memoria. Ensayos sobre cuento mexicano.
Source: Excelsior