Seyran Ates, una mujer valiente, ha tomado la decisión de cambiar la forma en que se hacen las cosas. Ha llegado el momento de hacer las cosas de manera diferente.
Según las normas del Islam, se requiere que hombres y mujeres estén separados en una mezquita. Sin embargo, Seyran Ates, una abogada y defensora de los derechos de las mujeres, ha decidido que es el momento adecuado para hacer las cosas de manera diferente. Por lo tanto, ha fundado la primera mezquita liberal en Alemania, que se considera una de las primeras de su tipo en Europa y en todo el mundo. En esta mezquita, hombres y mujeres oran juntos y no se permite el uso de prendas como la burka o el niqab, que ocultan el cuerpo y la cabeza de las mujeres. Además, las mujeres tienen la oportunidad de predicar.
Seyran nació en Estambul, Turquía, el 20 de abril de 1963. Su madre era turca y su padre kurdo. Cuando tenía 6 años, su familia se mudó a Berlín occidental. A medida que crecía, Seyran se sentía cada vez más incómoda y en desacuerdo con las estrictas normas del Islam practicadas por su familia. A los 17 años, decidió huir de su hogar para evitar un matrimonio arreglado. Siempre destacó en la escuela y más tarde estudió derecho en la Universidad Libre de Berlín.
Seyran publicó su libro “El Islam necesita una revolución sexual” en 2009, en el que expone su postura crítica. En él, argumenta que el Islam se está enseñando de manera obsoleta, como en el siglo VII. Su lucha no es contra el Islam en sí, sino contra el patriarcado. Según Seyran, es necesario detener la sexualización de la mezquita, ya que todo el mundo islámico está siendo sexualizado por los hombres. Considera inaceptable el argumento de que los hombres no pueden rezar junto a las mujeres porque podrían distraerse, y como feminista, aboga por poner fin a esta separación.
Seyran recibe constantemente mensajes y amenazas en sus redes sociales, como “Eres una vergüenza para el Islam y para los musulmanes” o “Gilipollas, repugnante, fea, gorda, ¡Qué te den, puta vieja!”. Estos mensajes son la respuesta a su lucha por transformar un Islam que apenas reconoce a las mujeres.
La jerarquía islámica considera inaceptable que Seyran haya establecido una mezquita en Alemania donde se promueve la igualdad entre hombres y mujeres, y donde los miembros de la comunidad LGTBI son bienvenidos. En este lugar, no hay separación por género ni discriminación por orientación sexual, y todos rezan juntos. Esta situación continúa siendo motivo de escándalo para muchos musulmanes.
Seyran está recibiendo insultos en línea y también ha sido amenazada de muerte a través de una fetua proveniente de Egipto. Estas situaciones son consecuencia de su desafío a una estructura religiosa muy arraigada a lo largo de los siglos, lo cual es especialmente peligroso si se es feminista, bisexual y mujer.
Seyran tiene como objetivo demostrar que el Islam puede coexistir con la democracia, los derechos de la comunidad LGBTI, la libertad y la igualdad de género. Ella sostiene que es necesario reformar el Islam de forma inmediata, en lugar de esperar 500 años. En la actualidad, Seyran es una mujer valiente que desafía las normas establecidas en el Islam, se opone al extremismo, el odio y la violencia, y aboga por la unidad, la paz y el amor.